McDonalds | (Crack?) One-shot.

"¡Para pa pa pa!"

[Por si no lo han notado, este libro contiene temas y momentos que requieren discreción del lector, así que trigger warning: tabac0, lenguaje obsceno, asesin4to, divorci0 y drogAs.]

－Gracias por su compra, son diez por una McBurger y cuatro por la cajita feliz, tenga. ¡Vuelva pronto!－

－¡Mami! ¿Qué es esa rata amarilla?－ －No lo sé cariño pero no lo mires.－

Tails rodó los ojos al notar cómo la señora fingía total comodidad ante su presencia, pero era entendible; no todo el mundo sabía sobre la existencia de su especie.

Al ver que el auto se iba, observó la propina que le fue tendida en su mano.

－¡¿Tres míseros centavos?! ¡Esto no alcanza ni para una menta!－ El zorro soltó un suspiro frustrado, guardando los centavos dentro de su bolsa de propinas. Tails apoyó sus brazos sobre la ventanilla del drive-thru y suspiró cansado. －Tails, ¡necesitamos otra orden de hamburguesas ya!－ La voz de su compañera lo exaltó, el zorro se dio la vuelta y mostró una sonrisa falsa, －¡En camino!－

El zorro fue al congelador rápidamente y sacó un paquete de piezas de carne congelada. Puso dos piezas de pan sobre una cajita de plástico, empezando a servir la mostaza junto a pepinillos, un pedazo de lechuga seca y finalmente un queso.

Antes de servir la hamburguesa fue a colocar la carne congelada en el microondas y lo dejó por dos minutos. Por más que no le gustara ese servicio, no tenía opción, era más rápido servir así a la gente.

Al terminar, acomodó la hamburguesa y los enrolló en el papel de plástico, colocándolos en la bolsa con el logotipo del lugar. Tails salió de la cocina y fue hacia la caja registradora, donde un cliente esperaba su orden. Le entregó la orden y fue pagado la cantidad correcta, el zorro se dispuso a volver al Drive Thru de nuevo cuando segundos después la misma señora volvió hacia él, dejando bruscamente una hamburguesa en la mesa, －¡Le dije exactamente sin pepinillos, ahora mi hija no va a querer comer!－ El zorro dejó caer sus parpados del cansancio, －Créeme señora, no me pagan lo suficiente.－ Dijo irritado Tails, sabiendo que la señora simplemente puede quitarle los pepinillos de la hamburguesa.

Luego de una pelea agitada, sacaron a la señora del local debido a sus gritos y todos volvieron a sus cosas. Tails rió a sus adentros y se alejó, volviendo a su trabajo normal.

Horas después, a el zorro le fue dado un descanso de diez minutos luego de un horrible día de trabajo, así que aprovechó el tiempo para hacer su pasatiempo favorito: fumar tabaco.

No se esperaban eso, ¿verdad?

Tails sacó una caja de cigarrillos de su mochila, sujetando uno con su dedo y con la otra mano sacó un encendedor. Tapó el cigarrillo que sus labios sujetaban con su mano, encendiendo el encendedor permitiendo que el fuego tocara la punta del cigarro.

Al notar que se incendió, guardó su encendedor y rápidamente tomó una bocanada de aire, apartando el cigarro y dejando salir el humo de su boca con un pequeño suspiro disfrutando del sentimiento tóxico en sus pulmones.

El zorro se dejó caer al suelo de la parte trasera del restaurante; ni siquiera McDonalds estaba al alcance de llamarse así. Tails observó a su alrededor por un momento, apretando su mandíbula en el proceso.

De repente, una ráfaga azul pasó por su lado, pero esto no le sorprendió, lo que le sorprendió más fue el hecho de que el viento veloz haya apagado su cigarro.

－¡Oh por favor! ¡¿qué éste día no puede ponerse peor?!－ Exclamó al cielo frustrado, apretando el cigarro con su mano sin importarle las quemaduras en su palma. Enfrente de él llegó cierto erizo azul, mirándolo con una sonrisa alegre, －¡Tails! Cuanto tiempo, wow, no esperaba verte trabajar en McDonalds.－ El zorro rapidamente se sonrojó de la vergüenza y se quitó el sombrero que traía puesto, rápidamente guardando su caja de cigarrillos, －¡S-sonic! No te esperaba ver aquí, pensé que estabas con Tom y Maddie. Es un gusto verte amigo.－