Naruto, Hijos de la profecia

Capítulo 17: *tsukuyomi. Lo Que El Shinigami Se Llevó*

Se podía ver fuego ardiendo en todos lados, llamas negras y doradas devoraban todo, los gritos de horror absoluto inundaban los oídos. Llantos de mujeres desconsolada buscando a sus hijos. No había una casa en pie, los 4 rostros de la montaña hokage estaban destruidos. El podía ver con extremo detalle lo que parecía ser el final de su amada aldea. Cadáveres de shinobi salpicaban la tierra que no era insinerada, la mirada de pura agonía en sus ojos saltones de pez muerto eran una clara indicación de que sus muertes no fueron pacíficas, era como si el propio shinigami hubiese desatado su rabia sobre toda tierra visible...
Como podía haber caído la gran aldea de konoha?
Quién había sido tan despiadado para masacrar a tantas personas, civiles, shinobi, jonin, ambu e incluso genin había caído frente al monstruo. Porque no había otra expresión para llamarlo, era un dios de la destrucción.
Minato, arashi, kushina, tsunade, sarutobi e incluso el propio jiraiya habían combatido, pero era inútil, sus ojos eran tan poderosos que cualquier oponente frente a él sería como una cucaracha o una mosca molesta.
Ninguno de los anteriormente mencionados estaba muerto, pero todos estaban inmóviles por barras de metal negro.
El levantó la vista para ver a un pelinegro semejante a madara uchiha flotando sobre la otrora prospera konoha, su armadura negra brillaba al sol que parecía teñido de rojo, sus ojos morados con anillos concéntricos alrededor de la pupila y 6 magatamas en el ojo derecho y un collar de tomoe  en su ojo izquierdo.
Una forma negra como una cruz flotaba a su espalda con 4 esferas negras a cada lado.
Parecía un dios. Pero sus fríos ojos púrpuras y antiguos. Miraban con desprecio a la destrucción.
Decendio sobre la tierra y tejió un sello de serpiente.
Mokuton hijutsu, jukay kouthan / técnica secreta, estilo de madera. Natividad de un mundo arboreo.
Miles, si no es que millones de árboles nacieron en segundos y se abrieron paso destrozando todo lo poco que quedaba en la aldea.
Enterrando en árboles todo.

El pelinegro siguió mirando con desprecio.
Enton, gokamekiaku/ estilo infierno gran aniquilación  infernal. .
El fuego negro consumia todo, árboles cuerpos e incluso la tierra misma era consumida.
Pero, un destello amarillo apareció frente a naruto.
Era un minato completamente desfigurado que tejía sellos de mano y gritaba. Shikifujin/sello consumidor del demonio muerto.
El dios de la muerte segaba el alma de padre e hijo pero todos en konoha estaban muertos.

Jiraiya estaba aturdido,
Sabía que era una ilusión, pero después de sufrirlo unas 40 veces había dejado un trauma profundo.

Cayó de rodillas fuera de tsukuyomi y jadeo pesadamente, sus ojos estaban desorbitados y la mirada de odio que le lanzó a naruto fue repugnante.
El sapo sannin estaba horrorizado.
Había visto konoha ser arrasada por naruto al menos 40 veces en la ilusión, el detalle era tan preciso que el sapo sólo atinó a decir que el uchiha incluso soñaba con reducir a konoha a las cenizas.
Y siempre terminaba de la misma forma, con naruto siendo sellado por el shinigami y todos en la aldea muertos.
Acaso ese era el destino?
La Profecía sobre los hijos del sabio conduciría a la desolación de todo.
El naruto que veía en ese mundo de pesadilla era un demonio.
Cruel y sádico, sonriendo con satisfacción mientras sus llamas eternas consumían todo, luego de enterrar toda la aldea con mokuton.
Parodiando la creación de konoha para su diversión.
Un uchiha con sangre senju había borrado de la existencia a konoha.

Jiraiya tomó una decisión.
Que minato y kushina lo perdonarán, pero ese engendro del infierno debía ser asesinado.
No le permitiría a naruto destruir su preciosa aldea.

Jiraiya se levantó con determinación luego de que tsunade lo curará,
-perdoname, kushina y minato, debo detenerlo- dijo el sabio y comenzó a realizar sellos de mano que kushina reconoció.

-que haces, viejo idiota! - grito kushina cuando la presencia aterradora del shinigami invadió toda la estancia haciendo temblar a todos menos a dos uchiha de pelo negro que sonreían con maldad.