eternos

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(narra Andrés)
Huí de ser Rey, abandone a mi familia y a mi destino para poder conocer lo que los universos me podían ofrecer, después de enfrentarme a muchos enemigos que hacían peligrar a la gente que conocí en el camino active unas legendarias Marcas en los ojos que me daban el poder del fuego.

Mientras estaba con mi Esposa tuve una visita de una Diosa del todo.
La diosa Faye, me habló sobre un proyecto que tenía en mente 3 guerreros con poderes excepcionales que pudieran ayudarla a contener dioses malvados dentro del Inframundo.

Los ancestrales eran un problema muy grande dentro del mundo de los dioses, y aún así me uni a los Eternos de Faye...

(4 años después)
Me encontraba en casa leyendo un libro, La pequeña Melody se encontraba jugando por la biblioteca mientras yo solo la vigilaba, una bola de humo se hace presente a mitad de la biblioteca segando por completo y la luz que Faye irradiaba era inconfundible
-pirata- se acerca
- ¿algún nuevo objetivo?- pregunto auyentando el humo que me impedía verla directamente
-si, pero esta misión solo es para ti, una mujer de otro mundo, quiero que la alejes de Heos, mi hijo no puede estar con una mortal-
- espera- me levanto -quieres que valla a otro mundo para que evite que Heos se enamore-
-si, es importante que lo hagas-
-¿puedo saber porque?-
- una profecía apareció y su perdida convertirá a Heos en un dios vengativo lo cual hará sufrir a los diversos mundos del mapa dimensional-

Golpea su cetro contra el suelo y desaparece, en mi bazalete aparecen las coordenadas de el mundo al que debía ir y como por arte del destino se trataba del mundo donde yo había nacido.

Me prepare para ir a buscar a la chica y encargarme del problema aunque aún no sabía cómo debía hacerlo.
Preparé mi espada y cuchillos antes de viajar,
Bese a mi mujer y a mi pequeña princesa antes de irme y gire, salte a la dimensión donde yo nací.

Ya no recordaba aquel olor del pasto mojado por las noches, el viento era frío estaba terminando de llover raramente el brazalete me había llevado hacia el castillo de mis padres mi objetivo debía estar cerca pero ¿encerio tan cerca?

Camine hacia el castillo las farolas alumbraban con velas los caminos de roca sorprendentemente bien acomodados eran transitados por la gente de el pueblo

Había visitas reales, al parecer los del reino vecino Overland

–que haces aquí?– escucho la voz de Heos tras de mi
– ¿Yo? Tu que haces en un mundo humano como este?–
–no es de tu incumbencia, ahora vete– se mostraba molesto por mi presencia ahí
– este reino es de mis padres así que no me iré–

Camino hacia dentro del castillo, los guardias abren con tan solo verme
–no mientas Pirata, traes tus armas que te ordeno mi madre?–
–eres como mi hermano– volteo a verlo –quiero evitar que te vuelvas un Ancestral, Faye me pidió sacarte de este mundo, una chica especial?-
–callate– entra al castillo

Camino detrás de él, mi madre me mira y corre a abrazarme, después de una bienvenida dónde estuvieron mis hermanos y mi padre la Vi, seguro era ella, la enamorada de Heos la Princesa Nori, mi ex-prometida 
–Andres!– su entusiasmo fue como cuando aún vivía aquí, no le importo ni siquiera que ya habían pasado 5 años desde que no la veía tampoco le importo que la había abandonado
–Nori, cómo estás?– volteo a ver a Heos parecía molesto
–bien todo a estado bien– sus ojos brillaban al verme

Heos se acerca –hablemos afuera- me arrastra hasta la puerta
–¿que pasa? ¿ya quieres hablar?– sonrió
–vete y alejate de ella–
–era justo lo que te iba a pedir, no quiero encerrarte en el Inframundo por desobedecer a la diosa del todo–
–bien entonces te sacaré de aquí irás con Mi madre y le dirás qué no dejaré a Nori–

Me toma del cuello y me lanza hacia el bosque, hacia mucho que no sentía una fuerza así golpeó contra 3 árboles que se derrumban encima de mi
–hay carajo–

–ahora vete– sus ojos se ponen rojos lo cual era una mala señal
–si vamos a pelear será en un lugar que no podamos destruir–

Lo golpeó girando el brazalete cambiando a  una dimensión diferente, una desolada
–buen lugar para dejarte inmóvil- comienza a salir una especie de energía oscura de su cuerpo
–vas encerio eh– mis marcas ámbar se activan

Se lanza hacia mi y con mucha fuerza me golpea, a pesar de que detengo el golpe me lanza metros atras, saco mi espada y está se envuelve en el fuego que arde en mis brazos, la lanzo hacia el pero con un mínimo movimiento de manos la desvía, aprovecho para acertarle un golpe seguido de otro
–ese es el peor golpe que has dado desde que te conozco, Pelea encerio– me golpea con el puño envuelto en energía oscura lo cual me eleva, después aparece arriba de mi y me da una patada que me hace ir al suelo con gran velocidad, tarde unos segundos en poder levantarme, esos golpes si que fueron fuertes ahora entendía que si él se volvía un Ancestral sería imposible detenerlo
–bien, Hermano– comienzo a liberar todo el poder que las marcas ámbar me daba el fuego que solo corría por mis brazos comenzó a correr por todo mi cuerpo
–le dirás a Faye que no dejaré que elija mi camino y que si yo quiero estar con una mortal, lo estaré ni ella ni sus eternos me detendrán–
–si te encierro en el Inframundo la historia es diferente– le menciono
–vamos intentalo–

Da el primer golpe, lo leo con las marcas ámbar y lo esquivo, en rapidez yo ganaba aunque en fuerza el era superior.

Con los instintos que las marcas me daban lograba esquivar sus golpes, pero comenzaba a cansarme estaba consumiendo demasiada energía en el estado en el que me encontraba, tenía que mandarlo al Inframundo y sellarlo de otra forma terminaría ganandome.
Lanza otro golpe cerca de la cara, pongo mi mano en su pecho y giro el brazalete mientras hago un sello 4 puntos, el más poderoso que podía hacer
–maldito!– logra golpearme antes de desaparecer...

Caigo exhausto, no podía moverme no siquiera un poco, pero la tarea estaba cumplida, aleje a Heos de la Mortal, ahora solo debía cuidar de que Nori estuviera segura pero para eso necesitaba quedarme con ella, sin embargo no quería dejar a Elsa y a Melody.

Repose el cuerpo lo suficiente para levantarme almenos, gracias al don que Faye ma había dado junto con la inmortalidad podía reponer mi energía en poco tiempo, me levanto y cambio a la dimensión donde Nori estaba quizá mi madre podía dividir mi alma y cuerpo para poder estar en ambos lados, aparecí a mitad del bosque una vez mas, no sé cuántas horas habían pasado pero el sol estaba en su punto más alto.

Madre estaba en la biblioteca como de costumbre
–necesito de tus habilidades– entro
–que te paso?– se acerca y me ayuda a caminar hasta un asiento
–quiero que dividas mi alma y mi cuerpo, para poder estar con Nori, pero también para no dejar mi vida que ya estaba echa– menciono
– pero hay un precio, y necesitarías mucha fuerza para soportarlo–
–soy inmortal, puedo soportarlo–
–perderias la inmortalidad, almenos hasta que tú alma se uniera denuevo–
–no importa tienes que hacerlo, amo a nori, pero también amo a Elsa y quiero estar con ambas– tenía que mentirle para que no supiera el verdadero motivo
–bien, hagámoslo...

Meira entre dimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora