𝐋𝐎𝐒 𝐆𝐄𝐌𝐄𝐋𝐎𝐒 𝐖𝐄𝐀𝐒𝐋𝐄𝐘 𝐘 𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑

[19.DIARIO]

Alexia Potter estaba terminando un ensayo que les había mandado McGonagall, completamente sola en la sala común. Tan centrada estaba que no se dió cuenta de que los gemelos habían entrado por el cuadro de la Dama Gorda y se habían acercado silenciosamente.

Fred sonrió con malicia y se acercó al oído de la chica.

—Hola, pequeña Potter—le susurró, haciendo que se sobresaltara

—¡Ah!— se asustó la chica Potter mientras los gemelos se reían—¡Idiotas, me asustaron!

—Esa cara no tuvo precio —se rió Fred antes de que George notara un cuaderno entre las cosas de la chica

—¿Qué es esto?—preguntó agarrándolo

—Nada, devuélvemelo—le ordenó la pelinegra

—No, intenta atraparlo—George estiró su brazo hacia arriba, alejando el cuaderno de la chica Potter

—¡George, no tiene gracia!—habló Alexia saltando en un intento de recuperarlo

—Te saca dos cabezas, pequeña Potter—sonrió Fred

—Chicos, se lo digo en serio, por favor—pidió Alexia—Fred, ayúdame

—Vale—Fred agarró la libreta y la puso enfrente de la chica—Toda tuya

La chica trató de agarrarla pero Fred apartó la mano.

—Casi—se burló

Alexia lo miró mal.

—Oh, vamos Lexi, no me mires así...Solo quiero ver qué es—sonrió Fred abriendo el libro

Alexia entró en pánico y le golpeó el estómago a Fred, haciendo que este soltara la libreta para llevarse ambas manos a la zona golpeada, quejándose.

—Mierda...—se quejó mientras George lo trataba de ayudar

La chica Potter recogió su libreta, los miró una última vez y se marchó, sintiéndose mal por el golpe a Fred.

—¿Por qué se puso así?—preguntó George

—Era su diario— habló Fred dolido

—¿Qué?—preguntó George

—Vi un corazón con las letras W y P dentro— explicó el pelirrojo, recuperándose del golpe

—Oh, no—se lamentó George—Tengo que disculparme

—Sí, la hemos fastidiado—admitió Fred

(...)

Al día siguiente, George se disculpó una y otra vez con la chica Potter hasta que esta lo perdonó, cosa que hizo que el pelirrojo la abrazara con fuerza. En cambio, se negaba a hablarle a Fred, ya que este había abierto su diario. Fred se sentía terriblemente mal al saber que ella estaba enfadada con él, así que trató de arreglarlo cuando la chica Potter estaba leyendo un libro sentada en el piso de una sección escondida de la biblioteca que el pelirrojo sabía que le encantaba.

—Hola, pequeña Potter—saludó sentándose a su lado

La chica suspiró, cerró el libro y trató de levantarse pero, el pelirrojo, aún sentado en el suelo, la detuvo agarrándola de la mano.

—Espera—pidió

—¿Qué quieres, Fred?—preguntó ella molesta

—Llevas una semana sin hablarme, Alexia...—Fred sonaba devastado, lo que le dolió un poco a la pelinegra—No puedo más

—Agarraste mi diario y lo leíste, Fred—acusó Alexia

—Lo sé, y fue una estupidez—aceptó él

—Lo fue...—estuvo de acuerdo la chica, sentándose de nuevo en el piso, sin mirar al pelirrojo

—Discúlpame, yo no sabía que era tu diario¿si?—el pelirrojo la agarró del mentón, obligándola a mirarlo a los ojos—Te lo suplico, perdóname...¿Lo harás?

El pelirrojo tenía el arrepentimiento clavado en sus ojos marrones y la chica suspiró resignada.

—Lo haré—murmuró

—¿Qué?—preguntó él

—Que lo haré—repitió la chica más fuerte—¡Te perdono!

Fred la abrazó con fuerza, feliz de estar bien con ella de nuevo, mientras a la chica se le escapó una sonrisa. Aunque no lo admitiera, también lo había extrañado.

—Pero, si vuelves a tocar mi diario, te convierto en sapo y te dejo con Snape—lo amenazó la chica sin separarse del abrazo

—Me parece justo—sonrió Fred sin dejar de abrazarla—Por cierto, sé que soy esa "W" que está en el corazón del diario

Alexia se sonrojó al instante y escondió su cara en el abrazo, haciendo reír a Fred con ternura.

Nuevo cap

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Saludos, la escritora