𝐈

80 17 5
                                    


Memoricé tu rostro detrás de mí, en la parte poco higiénica de una casa ajena, un día soleado con ambiente ebrio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Memoricé tu rostro detrás de mí, en la parte poco higiénica de una casa ajena, un día soleado con ambiente ebrio. Escuché una historia infeliz que no sonaba a oportunidad, la música romántica en horas de la madrugada le daba el toque, y bailamos. Toda la noche. Parece que hubieras desayunado alcohol en la fiesta de los corazones rotos, dentro de un ambiente denso, al lado de botellas, sillas y vómito. 

Si vas a intentar algo esta noche al menos asegúrate de ir bien protegido y cómodo. El misterio de tu sonrisa produjo el destello de mis ojos negros cuando al oído y con aroma a placer me dijiste: "Quiero hacerte mío". 

De camino a casa escuché la canción que bailamos entrelazados y al llegar lo soñé. Fue así. Escuché la tonada de nuestra propia historia, el cual me despierta cada madrugada.

 Escuché la tonada de nuestra propia historia, el cual me despierta cada madrugada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Qué tanto está dispuesto soportar un corazón enamorado?

Esta mañana por un momento sentí el aire abandonar mis pulmones, se sentía como algo asfixiaba mi pecho, físicamente no existía daño alguno, pero ahí por mis pulmones, donde se encuentra el corazón mi alma lloraba, mi vista se nubló, todo se tornó borroso, las lágrimas opacaban mis ojos. Las contuve. 

Forcé una sonrisa, seguí caminando, pasé a su lado con aquella sonrisa fingida, mi frente en alto, como que si él no existiera, ignorando su presencia.

A unos cuantos pasos me repetí:

No vas a flaquear, sigue sonriendo demuestra que no te duele, porque no te duele ya.

A una distancia segura, sentí el aire regresar a mis pulmones, como mis mejillas se humedecían y mi sonrisa se desvanecía. Sentí nuevamente como mi corazón de poco a poco se desprendía en pedazos.

Un bufido y una carcajada a lo lejos oí. En ese momento algo se estremeció, poco a poco escuché al karma riéndose de mi.

Una triste melodía se escuchaba a lo lejos y no alcance a percibirla.

Una voz amiga puso su mano en mi hombro, por un momento la escuché decir "todo estará bien, él no merece tus lágrimas."

Es cierto no las merece, pero se siente mal no derramarlas. Continué todo el día riéndome, mi estomago dolía - al igual que mis pulmones-  de tanto reír, sin embargo, una tristeza invadía aquél brillo, aquel brillo que él un día revivió, aquel brillo se perdía nuevamente.

𝗔𝗥𝗖𝗔𝗗𝗘, Tokyo revengers. KazuFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora