cap 2

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Es Martes y sin dudas me siento muy mal,  tengo una resaca de las que no se olvidan,  me duele la cabeza,  quiero vomitar,  estoy mareada,  siento que voy a desfallecer,  me levanto de la cama con pocos ánimos y checo la hora,  son las 12:30 pm,  ya sabía que no iría a la escuela, pero me pone un poco nerviosa faltar,  camino hacia la cocina y veo a Mikael comiéndose mi helado  napolitano,  bueno este quien se cree,  no se que hago  o más bien como le hago para aventarle mi pantufla a su cara

- Deja mi helado en donde estaba, quien te crees para tomarlo sin pedirlo antes. 

- Soy el novio de tú amiga. 
Yo creo que ya tengo el derecho para agarrar lo que sea que halla en la casa.- Se mofa de mi y se va,  llevándose mi helado con el. 

- Te dije que me dieras mi maldito helado Mikael

- ¡Callate!,  que vas a despertar Mía.

- ¡Vete a la mierda Mikael! - veo entrar a la cocina a mi amiga todavía con la ropa de ayer,  levanta la cabeza y nos queda mirando...

- Qué hacen,  por que tanto ruido. 

- Por que Mikael se está comiendo mi helado y ni siquiera pregunto de quien era. 

- No es cierto amor,  pensé que era tuyo y por eso lo Tomé. - Mikael mira a mi amiga con cara de que no rompe ni un plato. 

- Tranquila kath,  mañana te compró otro helado. 

- Ese no es el punto Mía,  el debe respetar que esta no es su casa. 

- Ya vez amor,  siempre tú amiga esta diciendo que soy un arrimado,  que no toque, que no haga esto,  que no haga lo otro.  ya vez amor como es... 

- Vete a la mierda Mikael,  ya me tienes Arta... 

- Oye,  tampoco es para que le hables así a el ya te dijo que se confundió,  tampoco te pongas pesada.  - Miro a mi amiga con cara de no me jodas tú también. 

- Por eso te trata como te trata Mía.  - Salgo de la cocina enojada,  y me dirijo a mi cuarto,  me tumbo en la cama y miro el techo,  solo veo como la lámpara ventilador da vuelta,  y con eso me quedo dormida.

Despierto y miro la hora,  son las seis y media de la tarde me levanto y salgo a la Sala veo a Mía con Mikael tumbados en el sillón viendo una película,  me doy vuelta y voy a la cocina,  habro la nevera y me encuentro con mi helado y una notita que dice,  “Lo siento, pero no te portes como una perra"  río para mi,  esa mujer me vuelve loca,  la amo sin duda,  pero su novio me causa cólera,  en fin tomo mi helado y me tumbo con ellos en el sofá y me pongo a ver la película que ellos ven, es una romántica están mirando la de Diario de una pasión,  lleva una cuarta parte así que no me perdí de mucho... 

Termina la película y yo estoy llorando como Magdalena,  como pudieron morir así,  los dos juntos,  será así el amor verdadero.

Nos levantamos del sillón y pedimos una pizza para cenar,  luego cada quien se acuesta para mañana si ir a la escuela. 


Llega la mañana y todos ya estamos listos para irnos 
Mikael sale primero que nosotras para esperar el taxi y ya que llegó el taxi bajamos como locas para poder irnos,  por que si,  ya vamos tarde. 

Llegamos a la prepa,  y todo iba bien llegamos a tiempo y cada quien se fue a su salón...

El día transcurrió de maravilla entregue un apunte que me costo mucho entender y me pusieron una buena calificación,  salgo de clases y me dirijo a las canchas de fútbol americano,  y me encuentro a Mikael gritándole a Mía,  me acercó a paso rápido y lo primero que escucho fue...

- Eres una inútil,  no sirves para nada,  no se que Diablos hago contigo... 

- Peero  por que me hablas así Mikael,  que hice para que te enojaras tanto. 
- Como que que hiciste,  eres o te haces.

Me meto a la discusión, creo que no debía,  pero es mi amiga. 

- Que te pasa Mikael,  deja de hablarle haci a Mía. 

- Tú callate,  ni siquiera es tú problema que te metes. 

- No no es mi problema,  pero tampoco te pases.  Mía es como mi hermana y si tengo que defenderla de ti,  pues lo hago. 

- Vallan se al carajo las dos. 

- Pues nos vamos,  cual es el problema.  Nadie te necesita a ti. 

- Mía,  por tú amiguita me perdiste,  dale las gracias a ella. - Veo a Mía con ganas de llorar y la abrazo. 

- Tranquila fue lo mejor,  que esperabas que en la siguiente pelea te levantara la mano. 

- No pero, es que yo lo quiero. 

- Lo se Peque,  pero ese sentimiento hizo que te dejaras de querer a ti también. 

- Hay Kath y que voy a hacer ahora. 

- Por ahora irnos,  y despues ya veremos. 

Vamos caminando por la acera y voy haciendo de todo para que Mía sonría,  hasta que siento que choque con algo duro...  siento la respiración de alguien en mi cabeza...

- Lo siento, soy una distraída,  una disculpa. - levanto la cabeza y no puede ser,  es el chico de ayer. 

- Tranquila,  choque contigo a propósito,  te reconoci y quise cerciorarme si eras tú. 

- Pero,  pero que haces aquí.

- Camino igual que tú- se ríe en tono burlón. 

- Bueno si,  pero eres de por. aquí.

- Si no vivo lejos de aquí. 

- Ha por cierto!  Como es que te llamas ayer ya no pude pregúntate tú nombre. 

- Mi nombre Alec O'Kelly.  Un gusto... 

- Mi nombre es Katherine Vance,  un gusto también,  y ella es Mía Jones. 

- Bien,  nos vemos luego,  pecosa. 

- Como te atreves a llamarme así.  - Digo enojada  este quien se cree. 

- Qué, si no es mentira,  tienes pecas por toda la cara y eso te hace ver linda. - No se que decir.  siento como el. color sube por todo mi cuerpo y se estanca en mis mejillas...

- Mirate,  hasta sonrojada te ves linda. 

- hay ya callate!  Nos tenemos que ir - Jalo a Mía lo más lejos posible,  que vergüenza.

- Pero que ha sido eso Kath,  ese chico es muy caliente. 

- No digas nada más,  no se que me pasa. 

Llegamos a casa las dos y me tumbo al sillón,  que raro este chico es muy raro. 
pero paso toda la tarde pensando en el. 

Hago mi tarea y después me meto a bañar para luego dormir. 

Mañana ya será otra aventura... 

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2022 ⏰

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