Juliet
Lluvia.
Me agrada la lluvia. Caminar debajo de ella, sentir el frío calar mi ser y las gotas impactar contra mi cuerpo.
Hay algo adictivo en la paz que transmite.
Puedo encontrar en ella respuestas a mis problemas, se que ella me puede ayudar a limpiar mis lágrimas y reemplazarlas por un par de sonrisas y de fondo, mientras camino, recuerdo la letra de alguna canción que escuché de lejos y me gustó, pero no se la letra, entonces invento la letra y la canto, me desahogo.
-Lemon boy and i cried together...
Y camino debajo de las gotas, dejo que limpien mi mente, que se lleve la suciedad de ellos y me purifique. Le permito a aquella sensación de paz extraña, que rellene el espacio vacío que tengo por dentro.
Por momentos la lluvia se vuelve intensa pero en otros parece un rocío.
Evito pensar en mi casa, en mi familia, en la mierda que me rodea. Prefiero mantener la cabeza centrada en la canción que estoy cantando sin saber la letra o en el libro que leí ayer, tal vez también puedo pensar en las flores silvestres que encuentro en mi camino. Hago lo que mejor hago, evito mis problemas -o intento no pensar en ellos por unos momentos-
El repiqueteo de las gotas contra el asfalto se vuelve mi acompañante y el frío termina por hacerme temblar, aún así, no estoy dispuesta a calmar mis temblores abrazándome para intentar auto brindarme calor corporal, al contrario, espero más tiempo, para sufrir un poco más.
Un auto a velocidad, me asusta y arruina mis pensamientos melancólicos.
-carajo, ya estaba por llorar.- Me quejé al sentir mis ojos con indicios de lágrimas.
Veo a el auto llegar hasta la esquina y detenerse.
-¿uh?
¡Mierda! ¡Me van a secuestrar!
El auto regresa en reversa y frena a un lado mio. La puerta de atrás se abre y veo a un chico pelirrojo sentado con una sonrisa.
-¡Hola!
Lo miré fijamente.
¿Me habla a mí? ¿Ahora los secuestradores saludan? ¿Desde cuando los secuestradores son tan jóvenes? ¡Es un cebo!
-Ehh...¿hola?- Repitió y reaccioné.
-Hola.- contesté.
-¿Quieres subir?
¡Lo sabía! ¡Lo sabía!
Analicé el auto, de piloto iba una mujer de unos 40 años, de copiloto iba un chico de cabello rubio que lucía como un adolescente de 17 años y el pelirrojo que aparentaba unos 19. El auto era negro y lucía como un auto un poco caro, pero no extraordinario. Por más que su propuesta me tentó, nunca subiría al auto de un extraño. Fuera de mi momento depresivo, si tenía mucho frío.
-No.- contesté tajante.
-Pero, te estás mojando y tendrás una gripe...
-No te conozco, no subo al auto de extraños.
-Soy Robin y tú?
-Juliet.
-Ves, ya no somos taaan extraños.
-No.
-¿Al menos tienes un paraguas?
Simulé buscar un paraguas.
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Talk to me - Cavetown
Fanfiction~-Robin Daniel Skinner, ¿No puedes solo hablar conmigo? -Deberías hacer lo mismo ~ Juliet cree que aveces: la vida no tiene sentido, que hay días que se ven en escala de grises y otros que son una explosión de colores, que los refugios pueden ser...