Mi pequeño A-Qiao

Hebras de deseo

En el momento en que la Cinta de Shen Qiao calló, marcó el destino que le deparaba esa noche.

Yan Wushi tomó a Shen Qiao de la mandíbula y depositó un largo y húmedo beso sobre los labios de su A-Qiao, Shen Qiao intentó resistirse pero no pudo evitar abrir los ojos al sentir un pequeño intruso adentrarse en su boca. Shen Qiao pudo sentir cómo Yan Wushi exploraba cada rincón dentro de su boca, cómo lo saboreaba hasta dejarlo sin aire. Fue un beso largo e intenso, cargado de deseo y lujuría, tan húmedo que dejó al pobre Shen Qiao con ojos llorosos y gimoteando, suplicando por un poco de aire.

Yan Wushi se separó un poco de él, permitiendo q su amado respirara.

-"¿Solo mirate A-Qiao, cómo quieres que me detenga cuando me muestras una vista así?"

Hasta ese momento Shen Qiao pudo notar q en algún momento de entre tanto forcejeo, sus túnicas fueron abiertas y se deslizaron hacia abajo dejando al descubierto sus preciosos hombros y pecho, también notó la fija e intensa mirada de Yan Wushi en sus labios, ya que estos hacían un hermoso juego a la vista del maestro de secta, puesto que estaban ya algo inchados y rojos por los besos húmedos.

Hebras de cabello suelto adornaban aquella vista tan perfecta, provocando un ardor en el estómago de Yan Wushi.

Yan Wushi se acercó peligrosamente hacia A-Qiao, provocando que este retrocediera un poco. La vista de Yan Wushi en ese momento era la de un tigre a punto de roer a su presa.

Shen Qiao fue empujado contra las sábanas quedando boca arriba, Yan Wushi estando sobre él, se posicionó entre sus piernas y se agachó hasta quedar a la altura del lóbulo de su oreja para lamerla y darle un mordisco, luego susurró contra su oído: "A-Qiao, solamente te quiero para mi esta noche, solamente llamame Yan Lang y prometo hacerte llegar hasta las estrellas"