Park Jimin no era el prototipo del Alfa perfecto, no cuando sus kilos de sobrepeso estaban presentes día a día recordándole la miserable vida que tenía. Así que resignado había aceptado que terminaría solo por el resto de su vida, por que ¿Quién que...
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Yoongi estaba sentado encima de las hermosas piernas de Jimin mientras lo besaba tan sensualmente. Ambos se encontraban en la casa del Alfa menor, descansando en el impecable sofá del padre Omega de Jimin.
Un carraspeo llamó la atención de ambos, logrando que Jimin se avergonzara y por ende se sonrojara, mientras tanto Yoongi solo había elevado una de sus cejas para mirar interrogativo al padre del Alfa.
—¿Que?— pregunto, le era imposible todavía leer las expresiones faciales de su suegro.
Taehyung solo negó con la cabeza y señaló a Yoongi haciendo referencia de su mala educación.
—Podrías bajarte de mi hijo para que podamos hablar con formalidad, sin que le metas tu lengua a la boca cada cinco segundos a Jimin— Taehyung se cruzó de brazos, esperando que Yoongi acatará la orden.
Algo que no sucedió. Obvio está, por que el Omega solo se había encogido de hombros.
—Lo siento señor Taehyung, pero me temo que tengo una debilidad por su hermoso hijo, y no es fácil para mí que me afecte tanto caer ante tal perfección. Así que no, no me pienso bajar de él, quieras o no, vamos hablar así— beso una vez más a un Jimin sonrojado que pedía disculpas con la mirada a su padre.
Taehyung había suspirando, derrotado por novena vez en la hora que han estado ahí sentados.
Ese omega era un hueso duro de roer, si no era Jimin quien le daba órdenes este no le hacía absolutamente caso a nadie.
—Bien— Taehyung volvió a carraspear para que Yoongi volviera a dejar de comerle la boca a Jimin, el Alfa que se dejaba hacer todo por el Omega mayor. —Como te iba diciendo, tienes que mudarte a casa con mi Jimin. No es de mi agrado que seas un mal educado que no sigue mis órdenes, pero por mi Jimin lo aceptaré.
Yoongi dejó de besar a Jimin para mirar a Taehyung y fruncir su frente irritado, ¿Qué él era un mal educado?.
—Si no te agrado, ¿Por qué me quieres tener en tu casa?— Yoongi se volteó dramáticamente para enterrar su rostro en el cuello de Jimin.
Logrando que Park instintivamente le gruñera a su padre. Y Taehyung miro indignado a Yoongi, ese Omega atrevido que a logrado cambios en su cachorro.
En cierta manera estaba contento de que un Omega amará tanto a su hijo, pero que fuera Yoongi era el problema.
—Solo quiero evitar que mi hijo se la pase gruñendo y haciéndome rabieta por no dejar que viva contigo, así que mejor vive tu aquí— concluyo Taehyung por fin. El omega mayor tenía cosas mejores que hacer que estar observando como ese Omega descarado manoseaba a su hermoso gordito.
Yoongi dejó de besar las mejillas rellenitas de Jimin para observarlo a los ojos. —¿Es eso cierto, gomita? ¿Quieres que viva contigo?.
Y para el descontento de su padre, Jimin asintió eufórico.
