capitulo 3

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Kath se levanto y le pregunto a Vincent si esperaba a alguien, este le dijo que no, que nadie sabía que el estaba allí, la pelirroja omitió la pregunta hacia mi ya que mi respuesta sería muy obvia, no esperaba a nadie. Abrió la puerta y escuche una voz masculina hablar pero no distinguir de quien se trataba. Mi amiga vuelve a aparecer en la sala y a su lado estaba un chico de unos 1,80 de alto, pelo negro azabache y unos ojos verdes que hacían resaltar cada rasgo de su cara. Traía el pelo y su campera algo mojada por la fuerte lluvia que había afuera. Lo primero que hace es saludar a Vincent con un abrazo corto y luego me saluda a mi presentándose.

   - Hola, mi nombre es Thomas -dice algo serio y extendiendo su mano en forma de saludo-

   - Mucho gusto Thomas -digo estrechando su mano- me llamo Nina, soy amiga de Kath

Así que este es el famoso Thomas que hace dudar a mi amiga digo para mi misma.

Kath le ofrece algo para beber y tomar y le dice que se quite la campera mojada porque se podría enfermar, este le hizo caso y luego tomo asiento en el sofá grande a un lado de ella. Al cabo de unas cuantas horas mi amiga y su chico se van a la habitación para hablar tranquilos. Ahora es cuando me ponía un poco alerta, aunque estábamos a una distancia prudente, me ponía un poco incomoda quedar a solas con Vincent, pero intentaba alejar todo tipo de pensamientos negativos y concentrarme en lo que estábamos viendo.

- Eres enfermera igual que Kath? -pregunto sin mirarme-

- Si, pero yo me especializo en niños - respondo sin mirarlo tambien-

- Oh, que paciencia debes tener - dice ahora enfocándose en mi-

- La mayoría dice eso y la verdad es que si -digo también mirandolo-

Al conectar miradas lo observe con detenimiento, era bastante guapo, tenia unos ojos color miel, una piel blanca algo pálida  y traía su cabello color castaño claro todo alborotado. También al mirarlo sentí una pequeña punzada en el estomago, algo así como un cosquilleo.

    - Que quieres ver ahora? -dijo sacándome de mi pequeño transe-

     - Mm.. no lo se, creo que fueron muchas peliculas por hoy, pero si tu quieres seguir viendo hazlo -dije mientras me levantaba del sofá para poder estirar mi cuerpo-

    - No, creo que también estoy cansado de ver tantas peliculas, tienes hambre? -pregunto amable-

   - Si un poco, planeas cocinar? - dije evitando nuevamente el contacto visual-

    - No, pero podría pedir comida - dijo alegre- que te gustaría? Comida china, mexicana, pastas

   - Mm sushi? -pregunte dudosamente- deberíamos preguntarle a Kath y Thomas también

   - Ellos no saldrán de esa habitación hasta mañana - dijo muy seguro y haciendo una mueca de asco, cosa que me hizo reír-

   - Dios que melosos - dije rodando los ojos- bueno entonces que sea sushi.

Mientras Vincent pedía la comida yo me puse a limpiar la sala, ya que había mantas, almohadas y restos de snacks por todas partes. La verdad es que no me sentía incomoda pero tampoco cómoda del todo estaba en una especie de limbo. Una vez que termine de ordenar y limpiar la sala me senté en el sofá nuevamente mientras esperaba la comida. Vin había desaparecido, supuse que había ido al baño o algo así. Al cabo de unos 10 minutos apareció con el pelo húmedo, unos pantalones sueltos color gris y una camiseta blanca.

   - Todavía no llegó la comida? -pregunto mientas se dejo caer en el sillón individual-

   - Aún no, pero no creo que tarde en llegar -dije tranquila-

   - Eso espero, muero de hambre -dijo sosteniéndose el estomago de forma exagerada-

   - Que exagerado -dije aventando una almohada a su cara-

   - Hey! Porque esa agresión hacia mi persona? -dijo colocándose la almohada en la panza-

   - Por lo exagerado -dije sonriendo-

Me devolvió el almohadazo y en el momento justo donde iba a contraatacar suena el bendito timbre. Vincent fue corriendo hasta la entrada para recibir el pedido. Pusimos todo en la isla de la cocina y procedimos a comer mientras charlábamos acerca de temas triviales, tenia una manera muy linda y graciosa de hablar, me hizo reír casi toda la cena con sus ocurrencias.
Al terminar la cena desechamos todo lo descartable y Vincent lavó los vasos que habíamos usado. Ya me sentía muy cansada y solo pensaba en dormir y fue ahí cuando recordé que mi amiga estaba usando su habitación y Vincent dormía allí.

    - Donde vas a dormir? -pregunte-

    - Supongo que esta noche me quedaré en el sofá -dijo muy tranquilo- por qué?

    - Ah, por nada. Solo quería saber - dije levantándome del taburete de la isla- necesitas mantas?

    - Si solo una mas por favor -dijo mientras se dirigía al sofá grande y acomodaba las almohadas a su gusto-

    - Okey, ya vuelvo - dije mientras iba a buscarle una manta abrigada-

Al regresar a la sala lo encontré ya tapado con una manta pequeña, le tire la manta en sus pies y le dije que se abrigase bien, me dio las buenas noches y me fui a mi habitación, al acostarme me puse a pensar en lo bien que la había pasado esa noche, me había olvidado de mi tristeza y mis temores por unas horas, luego de unos minutos dando vueltas en la cama logré conciliar el sueño y quedé profundamente dormida. Esa noche después de varios meses pude dormir sin tener pesadillas.

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