único

106 21 2
                                    

Felix bufó por décima vez en esa última hora, no podía seguir soportando tanta porquería frente a sus ojos.

Changbin estaba ahí, siendo el hermoso chico que tantos suspiros le robaba solo por ser él mismo. Y también estaba él ahí, el imbécil, descerebrado y ridículo novio de Changbin, Kim Seungmin.

Changbin llevaba casi una hora tratando de recibir un poco de atención por parte del más alto, pero este -como normalmente hacía- no estaba interesada en él y solo se escabullía cada que podía.

Vio al pelinegro salir de la sala sin hablar con nadie, ni siquiera se preocupó por decirle a Seungmin a dónde iba, aunque dudaba mucho que le importara. Chan, quien estaba sentado a su derecha, aclaró la garganta para llamar su atención.

—¿Uhm?— hizo saber que estaba escuchando.

—Felix, ¿Sabes a dónde fue Changbin?— preguntó con curiosidad.

Felix rodó los ojos —No lo sé, ¿Por qué no le preguntas a Kim?

—Lix— regañó —Sé que estás frustrado, pero no es para que te molestes conmigo.

—Lo siento— se disculpó —¿Por qué preguntas?

—Lo necesito para que me dé mis llaves, ¿Podrías ir a buscarlo?

—¿Debo?— Chan le miró con suplica y él rio —Ya voy, Channie, no te apresures.

Se puso de pie para ir en busca del mayor, sabía que probablemente estaba en alguna de las habitaciones del segundo piso o quizá en la terraza, no había mucho lugar en esa casa. Subió las escaleras y comenzó a tocar algunas de las puertas, pero se detuvo cuando vio una de estas entreabierta; se acercó lentamente a las puerta y miró hacia el interior, encontrándose al mayor ahí con una expresión seria mientras bebía soda saborizada directamente de la botella.

Felix sintió mariposas revoloteando en su estómago.

Tomó valentía y se adentro a la habitación sin hacer demasiado ruido, no quería espantar al pelinegro.

—Tomar tanta soda no es bueno para ti— dijo. Changbin pareció sorprendido por la presencia del rubio, pero actuó como si nada.

—Sabes que no me importan mucho esas cosas— replicó regresando su vista a la ventana.

Felix tuvo un Deja vú con esa situación, ambos solos conversando en la oscuridad, siendo únicamente iluminados por la luz de la luna. Eso fue antes de que el mayor consiguiera ese bobo chico al que llama "novio".

—¿Estás bien?

—¿Por qué lo preguntas?— respondió.

—Bueno, estás aquí sólo, bebiendo y mirando la luna fijamente— obvió —no suena a algo que harías sin razón.

Changbin suspiró —Estoy bien.

—No me mientas, no voy a creerte— Felix se acercó hasta el pelinegro y se sentó a su lado. Luego, llenándose de valor, hizo que recostara su cabeza en su pecho. —¿Sucede algo?

No hubo respuesta.

Felix se vio a sí mismo acariciando el cabello del mayor y eso hizo que algo se retorciera en su interior, no se medía a sí mismo, quería dejarse llevar por sus impulsos sin importar las consecuencias.

¿Qué tan mal podría salir?

—Estaba apunto de irme a casa— dijo sin más, recibiendo una mirada fugaz llena de curiosidad.

—¿Por qué? ¿No estás divirtiéndote?

Negó —Pero ahora no quiero hacerlo. Una oportunidad se ha puesto en mi camino y no puedo desperdiciarla.

BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora