Mi rival, mi omega, mi amor

166 18 16
                                    

Al otro día, Michiko y Kaji estaban sentados frente al escritorio de la sub directora general, Toko Kubo, en su consultorio de obstetricia.

"Su fecha de parto está fijada para el miércoles de la semana que viene, así que quiero que vuelva a internarse el lunes, ¿si? Ya se cumplirán las 40 semanas de embarazo y será muy peligroso para usted pasar de las 40 semanas por su problema del corazón, y como tiene un corazón muy débil, vamos a practicarle una cesárea en vez de un parto normal para no fatigarlo. ¿Entendido?".

Michiko y Kaji asintieron con firmeza, ella tomándole la mano a él.

"Ya saben que la bebé nacerá con bajo peso y tendremos que pasarla a la unidad de cuidados intensivos neonatales, allí nos encargaremos de vigilarla y nutrirla adecuadamente hasta que alcance el peso adecuado, ¿bien?".

"Si...". Kaji por poco se echa a llorar, pero Michiko apretó su mano para darle valor mientras ella trataba de mantenerse fuerte por él.

Luego de una prudente pausa para que ambos asimilaran la información, Kubo afirmó los brazos cruzados sobre la mesa, mirándolos muy fijamente.

"Doctor Kaji, quiero sugerirle una histerectomía total, o sea, quitarle la matriz una vez que saquemos a la bebé, si llegara a embarazarse de nuevo, sería una condena a muerte para usted, ¿entiende? Ha tenido suerte hasta ahora, pero no debe embarazarse de nuevo o morirá, ya no tiene edad ni la fortaleza física para volver a pasar por lo mismo otra vez, sería un riesgo para usted o el bebé. Si quiere tener más hijos será embarazando a la doctora Daimon o a otra mujer, ¿entendido?".

"¡Oh! Yo no... esperaba eso...". Kaji bajó la mirada, un poco triste con la noticia, aunque entendía muy bien su situación.

"Sabes que es la mejor opción para ti, Kaji-chan, es mejor que ser padre de un hijo a dejar a ese hijo sin padre". Le aconsejó Michiko con suavidad.

"Si, tienes razón, demonio". La miró, sonriéndole, luego miró a la doctora Kubo. "Se hará como usted dice, sub directora general Kubo".

"Bien, tendré todo listo para la cirugía, así que cuídese mucho y siga mis indicaciones al pie de la letra hasta entonces, ¿bien?". Sonrió, poniéndose de pie mientras Michiko ayudaba a Kaji a levantarse de la silla. "¿Cuento con usted para ayudarme a realizar la cirugía, doctora Daimon?".

"Por supuesto que sí, será una cirugía perfecta porque yo nunca fallo".

"¡Pfh! ¡Presumida!". Se quejó Kaji.

Michiko lo miró, muy cariñosa mientras le pasaba el brazo por el de él para poder sostenerlo mejor.

"Bueno, tú me lo dijiste cuando despertaste del coma, ¿no? Que yo nunca fallo".

"Lo dije porque no quería que siguieras llorando, tonta, además, para la desgracia de mi carrera, tú nunca fallas". Frunció la boca, haciéndose el ofendido.

"Idiota, vámonos a casa de una vez, Akira-san está ansioso por verte allí de nuevo".

Y ambos salieron del consultorio caminado pausadamente y con mucho cuidado, aún discutiendo entre ellos. Kubo sonrió y volvió a sentarse.

"Es un milagro, realmente fue un milagro que él despertara del coma sólo porque no quería que ella creyera que le había fallado... ¡La cuida tanto sin hacérselo notar pero ella nunca se da cuenta de eso! Realmente es una verdadera tonta... Ahora es su turno de ayudarlo a recuperarse, y sé que él lo logrará, ya está comenzando a caminar de nuevo en tan poco tiempo. Al final, el doctor Kaji resultó ser más fuerte de lo que pensaba".

En el subsuelo del hospital, en el estacionamiento, Michiko ayudó a Kaji a subir al coche y le colocó el cinturón de seguridad con cuidado, luego tomó el mando y puso en marcha el hermoso camaro rojo rumbo a casa.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON. MI RIVAL, MI OMEGA, MI AMANTE (Doctor-X) OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora