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Narrador
-Zack, ¿adónde iremos? Me pediste que nos encontraramos en el parque y de ahí comenzamos a caminar sin un rumbo fijo.
-Ya te dije que sabrás a dónde iremos cuando lleguemos ahí, así que deja de estar preguntando lo mismo.- El pelinegro suspiró con cierto fastidio mientras seguía caminando teniendo a la chica un par de pasos detrás suyo.
-Eres un amargado... por favor, dime a qué lugar iremos.- _____ se colocó frente a su compañero para así hacerle un tierno puchero, consiguiendo que él se sonrojara y desviara la mirada.
-Ya dije que no, es una sorpresa así que no insistas más por favor.- Zack en un movimiento rápido cargó a la chica en su hombro para así seguir caminando ignorando sus quejas. -Ya cállate mujer, verás que a donde iremos va a gustarte mucho.
-¡Tengo miedo! ¡No quiero que me hagas nada malo Zack!
-¡No te voy a hacer nada! ¡Deja de decir tonterías! ¡Ni que estuviera loco para hacerte eso!- Un fuerte golpe en su cabeza hizo que se detuviera y girara su cabeza para ver molesto a la chica.
-¡Bájame ahora Lee! ¡Voy a patearte el trasero!
-¡Olvidalo! ¡Ya casi llegamos así que deja de moverte o te tiraré y no será un accidente!
-¡Muerete! ¡No sé por qué acepté la cita contigo!
-¡Ya mujer! ¡Deja de removerte de esa manera!- Zack la bajó de su hombro para así mirarla directamente a sus ojos. -Tranquila, ¿si? Relajate un poco...
-Me sacas de mis casillas, ¿cómo quieres que me relaje?- Ella se cruzó de brazos desviando la mirada hacia otro lado.
-De esta forma...- La sujetó por los hombros para así girarla en su lugar.
-¿Un arcade?
-Tu hermano me dijo que te gustaban mucho los videojuegos... por eso pensé que sería buena idea traerte aquí en lugar de tener esas típicas citas cliché en parques de diversiones o en cafeterías... sabes que esas cosas no me van.
-Ya lo sé, pero no creí que fueses a tomarte el tiempo de preguntarle a Daniel sobre mis gustos...- Ella giró levemente su cabeza para verlo por sobre su hombro con una sonrisa burlona. -¿Te importaba mucho mi opinión sobre ti?
-¡Para nada!- Zack se sonrojó totalmente antes de pellizcarle las mejillas a la chica. -¡Como si me importara realmente que opines tú de mí!
-¡Deja mis mejillas!
-Olvidalo, no me habia dado cuenta de lo suaves que son, ahora ya sé de qué manera voy a molestarte en la escuela.- Él recibió un golpe en su estómago de parte de la chica logrando que la soltara.
