Capítulo 2 (Helena)

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En la puerta veo a mi querida Sammy. Ella es de mi edad (tiene 26 años), rubia y con los ojos azules. Hizo unos cursos y desde los 15 años trabaja como modelo. La conocí en el colegio, a los tres años, y desde ahí nadie ha sido capaz de separarnos. Tengo que reconocer que es una chica increíble, con una mente grandiosa, y que, aunque a veces sea un poco pesada, la quiero muchísimo.

-¡Helenaaaaaaa!- grita como si no hubiera nadie más.

-Shhhh!!!! No estamos tú y yo solas aquí... Hay más gente en el mundo, ¿sabes?

- Pero no más importantes...- se ríe- Bueno, ¿sabes que toca después, no?

- Sí, irme a casa. Sofá, mantita, Netflix...

-De eso nada, chica. Tú te vienes conmigo, Celia y Diego. -la miro con una cara de asco...- Ya sé que no te gusta salir, pero hazlo por mi, porfisss... Nunca sales, por una vez no pasa nada.

-Pero mañana tengo que venir a trabajar; a parte, no tengo ropa de fiesta.

-A las 19h en mi casa.

-Sammy, ya te he dicho...

-No hay opciones. A las 19h te quiero en mi casa.

-Bueno... Si insistes tanto....

-Sabía que vendrías- se le pone una cara de felicidad enorme. Me encanta verla así- Chauuu

- Chao, burbuja

-Chao, bombón

Así es. Somos como las supernenas. Nos llama así muchísima gente, ya que somos muy parecidas: Samantha es rubia, esbelta, ojos azules... Celia (mi otra mejor amiga; exactamente, a la que ascendieron hoy) tiene el pelo negro y ondulado y los ojos verdes. Yo, soy pelirroja y tengo los ojos verdosos también.

Una vez terminado mi trabajo, me fui a la casa de Sammy. Se mudó hace poco a un chalet en las afueras de la ciudad. Cuando llego, como tengo las llaves de allí, ya entro. Sigilosamente, entro a hurtadillas para ver qué está haciendo. Lo que me temía... Cantando Plan B, quitando ropa de fiesta de armario. De la nada, aparezco de golpe y me pongo a cantar con ella. Nos lo pasamos genial.

*Dos horas más tarde...*

-Tía, no me gusta esto...-un mono con demasiado brillo, la verdad. A parte es largo y colorido.. Voy a pasar muchísimo calor- Mejor otro. 

-Ya sé, encontré el perfecto. Vuelvo ahora.- me dice, con un tono burlón

A saber que me trae... Viniendo de ella me espero cualquier cosa.

-¡Tachánnnn!

La verdad es que es precioso. Un vestido corto y ajustado, negro, con escote y tirantes brillantes. A ella le he escogido yo uno: es un vestido bastante atrevido, ya que es corto, ajustado, negro, con purpurina y  tiene transparencias. Pero me encanta como le queda.

-Te queda muy bien, Sammy. Estás preciosa- se lo digo, aunque ya me imagino la respuesta

-Lo sé- dice, orgullosa. Nos reímos a la vez. De verdad, a veces me pregunto como se puede tener tanto ego.

Ahora es mi turno: peinado y maquillaje. Yo voto por llevar el pelo suelto, al natural. A ella le plancho el pelo, y le hago una coleta alta. Le queda genial la caída del pelo liso rubio en cascada. También, le hago un degradado en marrón con mucho brillo (sé que le encanta el brillibrilli en los ojos), unas buenas capas de rímel y termino su maquillaje con un color óxido en los labios con gloss. En cuanto al mío, me pinto los ojos con sombras negras, me echo un poco de rímel, un poco de colorete, y me doy un toque fiestero con un color rojo shiraz y gloss. Me encanta el gloss (seguro que ya lo habías notado).

Vamos de camino a la discoteca más famosa de la ciudad, y la verdad estoy bastante nerviosa. Corro mucho peligro entre Sammy, Celi y el alcohol. 

Rosas rojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora