Verdadero y Auténtico Amor.

CAPÍTULO Nº6 UN BARCO MÁS

I.

En una de esas tardes, cuando el cielo está totalmente dibujado con tonalidades amarillentas, anaranjadas, rosas, y celestinas, y no podes dejar de observarlo ni un instante entonces comenzás a sentir que es lo más hermoso que viste en la vida, allí se encontraban en la orilla del mar Juan y Melany sentados el uno al lado del otro, y el brazo de Juan envolvía el hombro de ella. Pero que de repente observaron que desde una cierta distancia se movía algo en el mar, estaba muy lejos para poder distinguirlo, pero no era un espejismo ni una visión, entonces dijeron los dos juntos:

-¡Mirá eso!-

Y Melany preguntó, cuando identifico aquél objeto que se "acercaba":

-¿Eso es un barco?-

-Sí, tenemos que avisarles a los demás-dijo Juan apresurado.

Por consiguiente comenzaron a comentarles a las otras personas lo que vieron, y de repente todos empezaron a hacer señales para que los rescataran, desde gritar "auxilio" hasta prender una gran fogata, para que pudieran ver el humo, y mientras el barco se acercaba más y más, observaron que en realidad se estaba hundiendo lentamente aproximándose a la isla. También pudieron notar que la gente que se hallaba en él, comenzó a salir de allí con sus botes y llegaron en un pestañar a donde se encontraban todos los náufragos, estos los ayudaron, le contaron su historia, y les mostraron la isla, luego de comer y descansar.

Al día siguiente con más energía, el capitán de la segunda embarcación, decidió relatar su desafortunada aventura:

-Estábamos dirigiendo el crucero en dirección hacia Puerto Rico, cuando de repente hubo un brusco cambio de tiempo, algo muy inesperado, porque los controles del clima establecían que iba a hacer un día muy soleado, sin ninguna nube o precipitación, entonces el viento comenzó a soplar demasiado fuerte y las aguas comenzaron a formar olas gigantescas, tengo entendido que a ustedes les sucedió algo parecido...

Todos asintieron y el capitán continúo su historia:

"Cuando nos dimos cuenta ya era tarde y el barco había sufrido daños irreparables y ya no podía seguir funcionando, así que trate de avisar por la radio de emergencia y decir nuestra posición, pero ya no había ninguna comunicación, y era demasiado tarde...pero gracias a Dios, era de día, asique pudimos ver con mayor atención en donde estábamos, y el segundo comandante, me marcó que más adelante había una isla que se veía a lo lejos. Entonces trate de acercarnos lo mas que pude con el barco averiado y saltamos a los botes. Salvamos a la mayoría de la tripulación, pero durante el camino desgraciadamente perdimos a muchos de ellos..."

Todos entendieron a lo que se refería y agacharon la cabeza, e hicieron un minuto de silencio para honrar a los desaparecidos. Todos compartían un sentimiento único, el de una profunda tristeza, por todos sus seres queridos, aquellos que ya no volverían a ver y por todos los desconocidos que no llegarían a conocer...

Ante este acontecimiento, todos estaban muy intrigados por lo sucedido, ya que era un poco extraño que en un mismo lugar, llegaran dos barcos, hundidos casi de la misma manera, pero más le intrigaba a Lucia. Entonces comenzó a tratar de averiguar el motivo, y decidió empezar su labor interrogando a las personas del segundo barco, sobre todo lo que habían visto, cada detalle que le pareciera importante. Como no tenía con que anotar o grabar, se tuvo que acordar todos los testimonios de memoria para sacar conclusiones, la verdad no sé si le serviría de mucho, pero ella le encantaba esta tarea, podía estar ocupada y no pensar en nada más. Durante este tiempo, de preguntas y respuestas, ella dio finalmente con Benjamín, quien era un verdadero caballero y buen mozo, sus ojos eran azules como el mar. Lucia no lo había visto detenidamente, pero ese día en que le hiso la entrevista no escuchaba sus respuestas solo se le quedaba viendo y asentía con la cabeza como hipnotizada. Pero en eso Benjamín, le preguntó: