I.
Luego de mostrar sus pasajes, y después de subir por las escaleras, los condujeron a sus cabinas, las cuales se encontraban una al lado de la otra. En la primera iban a descansar los muchachos: Juan y Martin; esta se encontraba pintada de color blanca, al igual que todas las cabinas y cuyas camas poseían sábanas del mismo color y decoradas con otras de azul, la habitación estaba bien iluminada, había también un escritorio, y por encima de él un espejo endosado a la pared y una silla que combinaba con los lechos, y en medio de las dos camas una mesa de luz en la cual se encontraba el teléfono, además se hallaba muy bien decorada con algunos cuadros, y por supuesto había un televisor, un amplio guardarropas y un cuarto de baño, envestido de blanco y azul. En el instante en que los varones entraron a su cabina, las chicas fueron a la suya, la cual se la había señalado el "bellman" o botones. Cuando entraron, el piso de la habitación estaba recubierto por una alfombra de color azul, y decorado con estrellas de colores que se encontraban dispersas. Las camas, al igual que en la cabina de los varones, coincidía en las sábanas blancas, pero su ornamento era de un rosa viejo y cuyas cortinas combinaban al poseer el mismo tono. Además en la parte superior de la habitación se encontraba una tercer cama, la cual se podía plegar cuando ya no se usase. Aylén, fue la primera en entrar, y en lo primero en que se fijo fue en la ventana que daba al río observando con detenimiento el muelle y los barcos que se encontraban allí y además miraba como zarpaba uno de ellos, como elevaban sus anclas, hacia marcha atrás y reprogramaba su curso. Por otro lado, Daniela y Melany, decidieron acomodar todo lo que tenían en los bolsos en el guardarropas y luego las tres se pusieron de acuerdo en donde dormirían, Melany eligió la cama de la izquierda, Daniela la de arriba, y Aylén se quedó con la de la derecha. Luego de terminar de instalarse acordaron recorrer el crucero, para luego no perderse, pero antes llamaron a sus compañeros de viaje así iban todos juntos. En primera instancia, conocieron el gran comedor central en donde se servía el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena para todos los huéspedes, teniendo cada comida un horario determinado. Posteriormente, fueron al gimnasio que se encontraba lleno de máquinas para hacer ejercicio, y bastantes espejos, además se encontraban allí los profesores esperando a sus "discípulos". Y por último visitaron, la cubierta, en la cual en su centro se encontraba una enorme piscina, y a su alrededor, estaba cubierto por reposeras construidas de madera y recubiertas con barniz de un color caoba y cuya parte superior se encontraba una pequeña almohadilla para poder reposar la cabeza y de esta manera tomar sol más cómodamente.
Luego el crucero elevó anclas y comenzó a moverse lentamente, con un movimiento ligero y continuo, que viene y que va, ya que el viento agitaba suavemente las olas. Al principio, es una sensación rara y diferente, pero después de un rato te llegas a acostumbrar y todo vuelve a la normalidad, a veces hay personas que llegan a vomitar por no estar acostumbras a ese movimiento o por tener un estómago muy débil o haber comida algo que les hizo mal.
Como ya era tiempo de almorzar, todos se dirigieron al comedor.
Mientras estaban todos juntos comiendo, Melany, con una sonrisa en la cara, le preguntó a Juan:
-Juan, ¿Qué tal tu habitación?-
Juan le respondió la sonrisa y le dijo:
-La verdad que es estupenda ¡me gusta mucho!-comentó con sinceridad.
-¿Y las de ustedes, corazón?-añadió Martín, preguntando a su amada.
Por lo que Daniela, contestó sonriente:
-Sí, la verdad que es un sueño, ¡y lo debe ser el spa!- y luego hablando para todos-tenemos que visitarlo luego-
-Sí, sí por supuesto-intervino Aylén.
Después de quedar satisfechos con todas esas exquisiteces, se pusieron de acuerdo para ir a la piscina tipo cuatro de la tarde, ya que ese día estaba demasiado caloroso. Mientras esperaban esa hora, Daniela y Melany, decidieron dormir la siesta pero Aylén eligió leer un libro, el cual se trataba de dragones y estaba justo en la parte de la batalla en contra de las hebras, y es también cuando F'lar y Lessa, se abrazan y se besan por primera vez. Aylén le encantó esa parte, y es su parte favorita, esta ese capítulo del libro. Luego de cumplida la hora, Aylén despertó a sus amigas, se pusieron la maya y salieron hacia la cubierta, no se encontraban tantas personas a esa hora por lo que estaban más cómodos y relajados. Como pasa por lo general, Juan y Martin, fueron los primeros en meterse y como las chicas no se animaban mucho, los muchachos decidieron tirarlas al agua, así que, Martín tomó a su novia de la cintura con una mano, y con la otra la tomó de sus pies, y la arrojó directo a la piscina, luego lazó a Melany y Aylén en cuanto vio lo que Martín había hecho decidió correr, pero Juan terminó por alzarla y tirarla sin la menor consideración, luego se lanzaron ellos también. Se divirtieron mucho, pero al final, como se comenzó a llenar de personas la piscina, salieron, se secaron y siguieron recorriendo y conociendo un poco más el crucero; después cenaron y se fueron a acostar temprano para aprovechar todo lo que vendría al día siguiente, además como era el primer día, se encontraban agotados por ese cambio tan rotundo de estar en el mar y no en tierra firme y acostumbrarse a ese nuevo movimiento, además también por el olor a sal que se sentía, y por tanto sol que habían tomado, sin darse cuenta, en la piscina.
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Verdadero y Auténtico Amor.
RomanceAylén, es una chica como cualquier otra, pero al recibir un llamado de una de sus amigas comenzaría la más inesperada aventura que jamás hubiera soñado. Durante su largo viaje en un crucero se enamorará del novio de su mejor amiga, y pasarán juntos...