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Al pasar un par de meses, desde la primera vez que Lan Zhan pudo ponerse de pie sobre sus propias piernas, la pareja de esposos estaba paseando por un centro comercial, disfrutando de una tarde libre.

Lan Huan y Lan QiRen habían estado extasiados ante el avance de Wei Ying, a quién habían agradecido y llamado bendición a la familia, sin embargo, su felicidad no superaba la de Lan Zhan, quién paso de tener una vida monótona y aburrida, a una llena de alegría y amor.

Con sus manos entrelazadas, Wei Ying señaló un puesto de helados tailandeses unos metros delante de ellos, sin embargo, Lan Zhan estaba más centrado en ver el anillo que relucía en el dedo anular en la mano de su esposo. Suyo.

-¿Lan Zhan?

Escucharon una voz llamar. Confundido del porque alguien lo llamaría tan informalmente fuera del trabajo, giró a ver junto al menor. Seguramente no se esperaban ver a la ex-prometida del Lan.

-¿Sheng Qi? -preguntó sin entender porque estaba ella hablándole-

-¡Qué alegría verte! -sonrió, pareciendo más una mueca al no ocultar la mirada de desagrado que ésta le dirigía a su Wei Ying-

-Mn

-¿Hace cuánto fue la última vez que nos vimos? -camino unos pasos, acercándose, sin embargo, el paso que Lan Zhan dio en reversa la detuvo- ¿Cuatro meses? ¿Más?

-Más, creo

-¡Vaya que ha pasado el tiempo! Te ves increíble -rió coqueta- ¿Cómo está tu familia y tú...

-Disculpe, tenemos que irnos -trato de alejarse el Lan-

-¡Oh! ¿Tan rápido? ¿No quieres ir a tomar un café o... Algo? Ya sabes, para recuperar el tiempo perdido -sonrió-

-Esta acompañado -habló por fin, Wei Ying, no soportando la desfachatez de la joven-

-Ah si... -sonrió de lado- ¿Y tu eres?

-Su esposo

-¡¿Qué?! -jadeó sorprendida- ¡¿Te casaste?!

-Lo hice -afirmó levantando la barbilla, apretando la delgada mano, con la suya propia- Pero eso no es asunto suyo

-¡Lo es! ¡Eres mi prometido!

-No lo soy

-¡Mis padres acordaron una boda!

-¿La boda de la que huiste? -preguntó Wei Ying, con tono amargo- seguro -sonrió tranquilo-

-Y-yo no huí -protestó- solo necesitaba más tiempo, no estaba lista para casarme

-Eso no es mi problema -acorto Lan Zhan-

-¡No puedes ser tan poco sensible! ¡Ten compasión por mi!

-¿Compasión? -susurró Wei Ying, harto- ¿Quieres que mi esposo, te muestre sensibilidad? ¿Debo recordarte que lo dejaste plantado en el altar, cuando acababa de tener un accidente?

-Es-so no es...

-¡Silencio! ¡Ahora hablo yo! -expresó molesto- mi esposo no necesita de alguien tan superficial y trepadora como tú -ignoro el jadeó ofendido que la joven dió- se te concedió el beneficio de la duda cuando huiste, porque nadie iba a obligarte a casarte, pero te ruego encarecidamente que te mantengas alejada ahora

-No puedes pedirme eso -refutó con los ojos húmedos- no tienes derecho, no sabes lo que sentí cuando mi prometido tuvo el accidente, no sabes si me hizo...

-Suficiente -la interrumpió Lan Zhan-

-Lan...

-Dije que basta -le repitió-

-Tus lágrimas de cocodrilo no convencen a nadie, los tres sabemos porque estás aquí realmente

-¿Qué insinuas? Solo estoy reclamando mi derecho como...

-Solo estás buscando el camino que te lleve de vuelta a la riqueza -interrumpió Lan Zhan, si su tío supiera cuántas veces había interrumpido una oración, se infartaria-

-¿Qué quieres decir? -sorbió su nariz-

-Cuando Lan Huan corto conexiones con tu padre, su empresa se vino abajo

-Ahora que has visto a mi esposo caminar lejos de esa silla de ruedas, has decidido intentarlo ¿No? ¡Qué conveniente! -se rió-

-Yo jamás...

-Solo lo diré una vez, Sheng Qi -habló con un gruñido molesto- mantente lejos de nuestras vidas o haré que te arrepientas hasta el último día de tu patética vida

-¡Lan...!

-¡Ya lo oíste mujer! -la cortó, Wei Ying-

-No estás calificada para hablar con nosotros, no más

Y sin decir palabra alguna, se alejaron de la impactada mujer, cuando estuvieron lo suficientemente lejos, no fueron capaces de ver a la mujer dar un pisonton en el suelo mientras lloraba desesperada e irritada.

———

De regreso a casa, entre risas de Wei Ying y sonrisas de Lan Zhan, ambos caminaron entre besos hacia su habitación, deseando amarse como mejor sabían hacerlo.
Disfrutaron su noche, Wei Ying montando con locura y gozo a su esposo, que encantado devolvía los embates, empapando las sábanas y golpeando la cama contra la pared por la fuerza de sus movimientos. Para cuando se durmieron, ya limpios y saciados, con Wei Ying sobre el pecho del Lan, y este último suspirando feliz; sabían que no podían pedir nada mejor para ellos.

Fin.

How Deep Is Your Love? (WangXian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora