2. Asgard

16 3 4
                                        

Adara salió con sus padres en la carroza que les tenían preparada el mayordomo de la familia.

-Padre, ¿qué haré mientras madre y tú estáis reunidos con el Padre de Todo?

El rey la miró con una sonrisa en los labios. -No te preocupes por eso, Odín tiene dos hijos, los príncipes Thor y Loki. Seguro que te llevas bien con ellos.-

Ella asintió y desvió su mirada, esperando llegar pronto y conocer a los príncipes. ¿Les gustará leer tanto como a ella? ¿Tendrá su palacio una biblioteca como la de casa? Adara comenzó a imaginárselo todo, cuando al elevar la vista contempló el hermoso palacio que se erguía sobre la ciudad.

Nunca había visto algo tan hermoso como aquello. Era todo dorado. Su forma era tan extraña... parecía que tenía tubos, como los de un órgano. Estaba justo en el centro de la ciudad. Tenía los ojos como platos y la boca entreabierta por la sorpresa. Las calles por las cuales pasaban no eran nada comparadas con el palacio. Había también un enorme puente de colores que comenzaba en la parte baja del castillo y acababa en una rara cúpula muy alejada. Todo el reino estaba cubierto con un manto de casas pequeñas. Y, al fondo del todo, detrás del castillo, unas enormes montalas se asomaban, con los picos cubiertos de una blanca nieve. El cielo, estaba completamente soleado y las nubes, en vez de blancas como las de su reino, eran de un tono rosa anaranjado precioso. La princesa contempló que tras esas nubes había escondido un enorme planeta.
*¡Qué hermoso!* Pensó. *En Muspellheim no alcanzábamos a verlos hasta la noche*

Adara no cabía en su fascinación, estaba tan ausente del mundo admirándolo todo que no se percató de que ya estaban en su destino, delante del palacio de Asgard. La chica parpadeó repetidas veces, respiro profundo y bajó de la carroza detrás de sus padres.

Al poner un pie en el suelo, la chica sintió cómo una extraña corriente ascendía por todo su cuerpo, extendiéndose.

Sonrió.

Perspectiva de Loki

Loki, Thor, Frigga y Odín se encontraban fuera, frente a las puertas del Palacio, esperando a su visita, al parecer vendría una niña, Loki solo esperaba que tuviera una edad madura y que no molestara.

La carroza del reino Muspellheim llegó, dentro, Loki observó a cada uno de los que bajaron del vehículo.

El rey Surt bajó junto con su esposa, la reina Ember. Segundos después, bajó su hija.

Loki la siguió con la mirada discretamente. Tendría unos 10 años, la superaba por uno. Cuando apoyó un pie en el suelo se quedó congelada, como pensando algo.

Entonces sonrió.

El príncipe nunca había visto una sonrisa tan hermosa y cautivadora como aquella. Y no pudo hacer otra cosa que sonreír a su vez, recibiendo una cálida mirada de su madre.

La chica elevó la vista rápidamente, chocando con la mirada de Loki antes que nada. Este borró su sonrisa y desvío la cabeza con las mejillas encendidas tras unos segundos de mirarse fijamente.

*Qué ojos más hermosos* pensó aún con el rubor presente en su rostro.

Ella se colocó al lado de su padre y se presentó cuando este le indicó.

-Mi... Mi nombre es Adara.-Dijo mirando a Loki. -Un placer.- E hizo una reverencia.

-¡Adara!, qué hermoso nombre. ¿Sabías que significa Fuego?- Preguntó el Padre de Todo.

-Sí, su Majestad, mis padres me lo pusieron en honor a nuestro reino.

-Me lo había imaginado. Permíteme presentarme, yo me llamo Odín y esta es mi esposa, Frigga y mis hijos. Espero que te sientas a gusto con ellos, ya que son un poco más mayores que tú.- Loki sonrió de lado y agachó la cabeza, saludando con una reverencia, como hizo ella.

Perspectiva de Adara

El chico de pelo negro y ojos verde esmeralda la miró sonriendo, pero no fue él quien habló primero, sino su hermano, que se presentó bruscamente.

-¡Princesa! Yo soy Thor, el dios del trueno, a su servicio. Déjeme decirle que está usted hermosa con ese vestido.- Halagó mirándola de arriba a abajo sin discreción alguna. Acto seguido, tomó su mano y la besó, incomodándola.

-Eh... Gracias, su alteza. Usted también está muy elegante...

-¿No es cierto? Nunca se suele poner ropa así, ¡siempre parece que se prepara para ir a la guerra!- Exclamó riéndose su padre y el rubio le acompañó.

-Y este de aquí,- Dijo quien debía ser Frigga, tras las risas que impidieron presentar al azabache.- es Loki.

Loki dio un paso al frente sin mucha decisión. Pretendía hacer lo mismo que hizo su rubio hermano, pero no se atrevió, por tanto solo hizo una reverencia frente a la princesa. Al elevar la vista, Adara le sonrió levemente, y sus mejillas se inundaron de rojo. Ambos apartaron la mirada tras unos segundos.

Perspectiva de Loki

-Príncipe Loki, es un placer.- Dijo la hermosa chica correspondiendo al saludo de él.

El corazón del pelinegro se aceleró al escuchar su nombre en los labios de ella.

-Lo mismo digo, mi lady.

Se sonrieron mutuamente.

-Bueno, ¿qué les parece si entramos y almorzamos juntos?- Dijo Odín tratando de interrumpir el momento que habían creado Loki y Adara tan incómodo para su persona, al parecer.

Todos entraron en el palacio. Loki no perdía de vista a su hermano, ya que parecía interesado en la princesa. Esta última no parecía darse cuenta, ya que estaba únicamente pendiente de la belleza de sus alrededores.

Adara se quedó atrás, observando un monumento que representaba los nueve reinos. Loki, al percatarse, se acercó sigilosamente desde atrás. Procurando no molestarla.

-Oh... Hola.- dijo cuando le vio. Miró al frente y comprobó que se había quedado atrás. -Lo siento, es que me he quedado embobada con esto...

-Es una representación de los nueve reinos.- Indicó suavemente, mirando su perfil, su hermoso perfil que parecía de cristal.

-Es hermosa...

-Sí, lo es.- Pero Adara no vio que Loki no se refería al monumento.

Tras unos minutos los dos se encontraban en silencio caminando por el pasillo, para llegar al comedor donde estaban todos.

Ambos con una sonrisa en el rostro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 07, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor Con HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora