Entra por la ventana un ligero rayo de sol, me asomo y encuentro a mi madre en el jardín cortando dos rosas. Una para la mesa, y otra… para mí.
Una vez me atrapo arrancándole los pétalos a las rosas cuando tenía ocho años, para dejarlos en el alfeizar de la ventana de los vecinos. Decía ella entre risas, una práctica de vandalismo.
Dijo que no lo volviese a hacer y desde entonces me da una rosa para que siga mi costumbre.
El motivo por el que lo hago es como por desear un buen dia, buena suerte o una estupidez diría Stella mi mejor amiga, lo cual no sé de qué habla una chica que no supera a su ex, desde hace un año.El problema no es que lo sufra, si hubiese llevado mucho tiempo con él tendría razón para hacerlo pero… fueron novios una semana…
Ese no es el tema, el tema es que me encanta dejar esos pétalos y me hace muy feliz, aunque a algunos vecinos no les parezca bien.Deja de sonar el pichel eléctrico y preparo té para mi hermano y mi madre. Los llamo y se sientan en la mesa.
—Buenos días Abby ¿Me llevas al parque? —dice Eliot mientras se sirve waffles.
—¿No es muy temprano para pensar en eso? —murmuro echándole miel de maple al mío.
—Como papá te regalo el auto… el seguro querría que tu… bueno ya sabes, me lleves al parque.
—Tramposo y manipulador, además. —respondo riendo, sirviéndole nata a su desayuno.
—Buenos días mamá, oh buenos días Abby ¿Qué tal amaneciste? Buenos días Eliot ¿dormiste bien? —interviene mi madre en tono chistoso y fingiendo nuestras voces.
—Amanecí bien, gracias mamá ¿Cómo amaneciste? —pregunto entre risas.
—Bien bien, un poco de calor allá afuera, aquí tienes tu rosa Abby, si te vas a saltar un portón asegúrate de que los Harrison no te vean, no quiero más quejas. Me basta con las de mis clientes, gracias.
—Estaaa bieeen mamá, procurare que no me vean.
—Es enserio Abby, sabes que te podrían demandar por allanamiento.
—Nah, no lo harán, tu tranquila.
—¿Cómo estás tan segura? —refunfuña mi madre.
—Bueno, porque, de todo el barrio soy la única que cobra una libra la hora por pasear a sus perros— que delicioso esta esté waffle— Además me la deben.
—¿Ah sí? ¿Por qué?
—Una vez descubrí a su gato mordiendo tus rosas, lo lleve hasta su puerta y les dije que cuidara a su gato, que te llevaba tiempo cuidar tus rosas como para que el gato se cagara y las destrozara. La señora Harrison me cerró la puerta en la cara. —frunzo el ceño al recordarlo.
—¿Por qué no me lo habías contado?
—Ay mamá son pequeñeces. —checo la hora— Adiós me tengo que ir, hasta luego mamá, chao Eliot. —abro la puerta principal— ¡Los amo!
—¡Yo también te amo, pero por favor la próxima vez recuerda cerrar la puerta! —escuché a mi madre gritar desde la cocina.
Hace un dia hermoso y soleado, prefiero irme a pie esta vez, para colocar los pétalos en los alfeizar de mis vecinos… ¡La rosa! Salgo corriendo de vuelta cuando me topo a mi madre.
Gracias a Dios por ella, la cual solo me sonríe y se va. La dulce primavera ilumina mi vista, arranco un pétalo para la casa de la señora Clayton, uno para los Morris y otro para los Sanders… voy de casa en casa dejando pétalos.
La señora Clayton me da un caramelo sabor a café, le deseo buenos días y desaparezco de su ventana. La observo de reojo y veo que lo olfatea, toca con sus dedos cada centímetro del pétalo, da las gracias a Dios y se lo guarda en el delantal.
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Te amo en primavera
RomanceSinopsis: Abigail tiene la costumbre de dejar pétalos en la ventana de sus vecinos, un mal dia se topa con Liam, un chico que sin duda la ha dejado sin aire, desde el momento en que lo vio.