Mi Directora. /Jenlisa G!P

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 3

Una joven como Jennie Kim no es fácil evadir su belleza.

Lisa estaba sentado en la silla de su escritorio, con un boligrafo en la mano mientras terminaba de firmar unos últimos documentos. Ella se estaba preguntando cómo lo haría para llevarse a una chica como ella a la cama, No sabía si Jennie accedería a las propuestas que tenía planeado hacerle hoy, Ella podría negarse o incluso denunciarla si tan solo le tocara un pelo. Su reputación y su trabajo estaban en juego, pero era un riesgo que iba a tomar. Besaría seria estar en el paraíso y estaba casi convencida de que Jennie sentía lo mismo por Ella Lo sospechaba por la manera en que la pillaba mirándola por los recreos y después apartaba la mirada sonrojándose.

Ella era virgen, Tenía un aire sexual pero a la misma vez tan virginal que le era inevitable no sentir. Soñaba con hacerle el amor de mil maneras, una y otra vez. Lisa sabia que desearla con tal intensidad era un error. No debía fijarse en una mujer que era diez años menor que Ella, tampoco debía mirarla de una forma tan distinta en comparación a las demás alumnas. Pero ya no había manera de echarse hacia atrás. Ella lo haría. Arriesgaría a perder su trabajo con tal de poder probar esa deliciosa boca y ese glorioso cuerpo.

Lisa sonrió cuando escuchó el timbre sonar, anunciando que las clases ya. habían terminado, Miró ansiosa el reloj que estaba colgado a la pared, las tres de la tarde. Jennie no tardaría en llegar. Se aseguró de tener todo lo necesario para la ocasión, guardándose en el bolsillo del pantalón un condón que sacó de los cajones de su escritorio. Aún no lo usaría, pero si más tarde.

Lisa dejó escapar un ronco "pase" cuando escuchó que llamaban desde la

puerta, Casi de inmediato quiso levantarse para ir hacia ella y abrazarla

cuando la vio entrar, pero se contuvo.

-Buenas tardes, señorita Kim.-saludó cortésmente.- ¿Cómo se siente hoy?

Bien, gracias.- le sonrió tímidamente, mientras tomaba asiento en la silla giratoria frente a Ella. Dejó caer su mochila a su costado y juntó las manos sobre su regazo.-y por favor, llámeme Jennie Es que no me gusta que me llamen por mi apellido.

Jennie...-la nombró. Y después sonrió. A él le gustaba su nombre. Y quería volver a llamaria así, pero esta vez, su nombre envuelto en un gemido.- está bien. Si usted se siente más cómoda saliendo de toda esta formalidad..... -Si, por favor-dijo y suspiró agradecida.

-Bien. Seguro te preguntarás por qué hice que vinieras aquí después de clases.

-La verdad es que sí.

En eso, Lisa se levantó de su silla y rodeó el escritorio. La mirada de Jennie se mantenia fija hacia el frente, sin atreverse a mirarla a los ojos. Sintió a Lisa caminar atrás suyo, y su corazón latió desenfrenado cuando oyó que cerraba la puerta con pestillo.

Era hora de la acción.

-¿Sabes, Jennie? Últimamente me he dado cuenta que me has mirado mucho durante los recreos...

Ella se ruborizó,

Eso no es verdad.

-No mientas.

-Yo no miento

La voz de Lisa se oía más cerca y Jennie  sabia que estaba detrás de ella. Luego abrió los ojos completamente cuando sintió que colocaba las manos en el respaldo de la silla giratoria, después la volteó y se inclinó hacia delante con las manos sobre cada uno de los apoyabrazos de la silla. Instintivamente ella se echó hacia atrás, pero el respaldo de la silla le impedía poder moverse más de lo que quería. Jennie deseaba poder huir de alli, pero sabia que Lisa no se lo permitiría.