Amigos

296 33 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Una semana entera había pasado, la rutina esos días era la misma, él y Wakasa llegaban por la mañana a la residencia Sano vigilando al pelinegro y el niño que siempre lo acompañaba, iban a la cafetería en la que el chico trabajaba y lo seguían a casa quedándose ahí hasta que las luces se apagaban.

Esa mañana mientras Imaushi se quejaba de el mal café que habían comprado antes de espiar al chico algo llamo la atención de Arashi, y era que Shinichiro había salido solo sin el niño, Wakasa le dijo que tal vez el enano no había tenido clases, el más alto asintió cerrando los ojos un momento hasta que tres toques en la ventana llamaron su atención y la del peliblanco.

Esa mañana mientras Imaushi se quejaba de el mal café que habían comprado antes de espiar al chico algo llamo la atención de Arashi, y era que Shinichiro había salido solo sin el niño, Wakasa le dijo que tal vez el enano no había tenido clases, el...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Veía preocupado a Manjiro, suspiro cuando la fiebre bajó, se sentía tan culpable de tener que salir y dejarlo solo, pero era imposible que faltara a trabajar, cada centavo era necesario para él y sus hermanos.

Sabiendo que el menor dormiría hasta tarde salió lo más rápido que pudo hacia la casa de su mejor amigo, entre ruegos y peticiones Takeomi acepto vigilar a Manjiro, más tranquilo partió al trabajo esperando terminar antes.

Manjiro despertó poco después de que Shinichiro se fuera, su cabeza ya no dolía tanto, pero seguía mareado, tomó un poco de agua limpiando su nariz con moquitos, al ver por la ventana de su habitación se dio cuenta de que el auto de siempre ya estaba ahí para comenzar el juego que su hermano le había dicho, de manera curiosa se puso los zapatos saliendo de casa para averiguar quienes eran esos sujetos.

Se preocupó al ver al niño frente al auto, Imaushi se mantenía quieto como si eso impidiera que se viera, Arashi bajo la ventanilla recibiendo una sonrisa cansada por parte del menor, cuando estaban por decir algo Manjiro cayó al suelo tosiendo, a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Se preocupó al ver al niño frente al auto, Imaushi se mantenía quieto como si eso impidiera que se viera, Arashi bajo la ventanilla recibiendo una sonrisa cansada por parte del menor, cuando estaban por decir algo Manjiro cayó al suelo tosiendo, ambos se miraron un momento, el de cabellos blancos negó mientras el más alto salía del auto tomando al menor en brazos sintiendo que ardía en fiebre, sin más obsesiones llevaron al menor al hospital más cercano donde lo atendieron sin despegar la vista de ellos.

Antes de las dos de la tarde habían dado de alta a Manjiro, el y los dos alfas emprendieron camino al hogar del mocoso como lo había denominado el de ojos violetas, Manjiro permanecía quieto sobre la espalda de Arashi, el más alto caminaba despacio como si no quisiera romper al niño, incluso cuando lo dejo en el asiento con el cinturón de seguridad puesto lo hizo con total delicadeza, Imaushi lo veía como si un tercer ojo le hubiera salido, ambos sabían de lo que era capaz el otro como para actuar con delicadeza, el moreno ignoro aquello subiendo al auto pasando a comprar algo de comida.

Cuando por fin llegaron al hogar de los Sano Manjiro ya estaba mejor, comía un dorayaki que le había pedido al más alto, Imaushi esperaba que el niño entrase a casa recibiendo la noticia de que no podía, ya que había olvidado las llaves en su habitación, Arashi lo miró mientras comía algún dulce, sin más remedio el peliblanco salto el muro de la casa, al estar dentro su curiosidad gano, entro a la casa viendo lo sola y vacía que estaba, en la sala apenas si tenían un mueble para la televisión y una mesa al centro, en la cocina lo único destacable era el refrigerador y la estufa con horno, siguió avanzando por el vacío lugar viendo en las paredes fotografías, se sorprendió de ver que el pelinegro sonreía en todas, sobre todo en donde el mocoso y otros dos niños aparecían, subió las escaleras hasta donde suponía estaban las habitaciones identificando la del niño, al entrar un aroma dulce llego a su nariz, ignoro el hecho buscando una chamarra o abrigo para el menor, en cuanto lo tuvo en mano junto a las llaves salió de nuevo alegando que el mocoso aún no terminaba de comer, esta vez vio a Arashi y Manjiro comiendo un sándwich de frutas.

Una vez terminado el tiempo de comida Arashi se despidió de menor, Manjiro lo abrazó sorprendiendo al alfa, las mejillas rechonchas de niño se inflaron en un puchero al saber que debía entrar un descansar, antes de hacerlo vio a los mayores preguntando si ahora eran amigos, Imaushi negó de la manera más infantil que pudo ganándose una mirada de enojo por parte del niño mientras el más alto asentía revolviendo los cabellos del menor.

Nada convencional.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora