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Precioso era aquel día de invierno. Las edificaciones de Seoul eran cubiertas por el bello manto blanco invernal.

Los niños corrían y gritaban eufóricos jugando con la nieve en los parques mientras eran cubiertos por ropa gruesa que pasaban por impermeables contra el frío, hacían sus guerrillas con bolas de nieve, hacían ángeles en la nieve, mientras otros hacían sus lindos muñecos de nieve.

Al igual que los niños en sí, un enigmático castaño de ojos marrones rebosaba alegría que trasmitía a través de sus grandes sonrisas.

Sí, todo era perfecto.

Habían decidido reunirse en el departamento de Sangyeon para comer y pasar el rato, como bien hacían casi siempre. La mayoría estaba allí, exceptuando a uno que, como gerente de una empresa, estaba ocupado en una importante reunión.

Haknyeon y Sangyeon relucían en sus prendas invernales, desprendiendo jovialidad y alegría. YoungJae comía con una sonrisa plantada en su rostro mientras observaba como Changmin trataba de superar su máxima puntuación en un videojuego.

Y Yerim, una amiga intima de Chanhee, revisaba su celular mientras sonreía.

Todos estaban alegres y desprendían una gran calidad familiar.

Todo estaba en su sitio, todo estaba en su lugar.

Todos, excepto una personita que trataba de esconder su rostro triste y atormentado bajo su gran bufanda.

—¿Eh? ¿Chanhee Hyung, le pasa algo?— Así comenzó la conversación Hyunjae.

—N-no....

Eric observaba con el ceño ligeramente fruncido al pequeño Hyung de piel pálida, hasta que el rostro de Changmin traspasó su sagrado espacio personal haciendo que reaccionara de forma abrupta.

—Lleva así por lo menos dos días.— Le susurraba el peli-naranja a Sohn. —Haknyeon y yo hemos intentado hablar con él, pero cuando le preguntamos, parece como si va a romper a llorar en cualquier momento.— un suspiro salió de sus labios. —Está de lo más sensible.

Sólo una idea pasó por la mente de Sohn. Probablemente estaba en sus días... idea que desechó al recordar que los varones no tenían "esos días".

Chanhee era un torbellino de emociones descontroladas. Primero reía, luego se ponía serio, se enojaba, se ponía serio otra vez.... Suspiró con pesadez, su Hyung era demasiado extraño.

—Es Chanhee Hyung, después de todo.-— fue la única respuesta que le dio a su interlocutor.

—¡Bien! ¡Comamos! Van a tener el privilegio de probar la deliciosa comida preparada por Hankyeon y por mí.— En cuanto la voz cantarina de Sangyeon retumbó por la habitación, los rostros de los demás se iluminaron.

Hankyeon y Sangyeon eran de los que mejor cocinaban en su pequeño grupo de amigos, sin incluir a Chanhee claro, y por no decir de todo Seoul. No, no, pero lo mejor de todo era cuando tanto Sangyeon, Haknyeon y Chanhee se unían a cocinar, sus comidas quedaban deliciosas aunque sí, pobre de ti si llegabas a comer más de lo que el Hyung mayor te permitirá, porque él sería capaz de golpearte con una sartén y terminarías con un gran dolor.

—Además, Chanhee también nos ayudó.

Los rostros se iluminaron más de ser posible, todos casi saboreando los platillos.

Contento, Changmin se llevó a la boca un poco de Kimchi degustando su sabor hasta exprimirlo. Sin embargo, se dio cuenta que este estaba un poco frío debido a la espera y se apresuró a levantarse para poder calentarlo nuevamente.

ᝂ̸ ¿𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙡𝙡𝙤𝙧𝙖 𝙘𝙝𝙖𝙣𝙝𝙚𝙚?│𝐬𝐮𝐧𝐧𝐞𝐰. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora