ᝂ̸ ¿𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪é 𝙡𝙡𝙤𝙧𝙖 𝙘𝙝𝙖𝙣𝙝𝙚𝙚?│𝐬𝐮𝐧𝐧𝐞𝐰.

llora...

Algo de tiempo después...

Chanhee estaba impacientado, trataba de acelerar sus movimientos para culminar de inmediato con su propósito: Decorar la casa antes de que cierta persona llegase.

Hoy era un día muy especial para su familia de cinco, sus hijos estaban todos dormidos en sus cunas; se había encargado de alimentarlos bien, cambiarles el pañal y echarles talco, les puso sus chupones para que no llorasen si despertaban y sentían la ausencia de su papi. Por primera vez el tierno y sensible chico pálido dejaba de lado a sus tres pequeñas bolitas de grasa para enfocarse en otra cosa.

Chanhee se encontraba desesperado, renegado, molesto, resentido, amargado, emperrado y más sinónimos que no conocía; con el tiempo. El tiempo casi siempre parecía ir más lento que una tortuga, es más, a una tortuga había visto correr más rápido, pero da la casualidad que exactamente ese día las horas le daba las regaladas ganas de avanzar de prisa. Justo hoy que en verdad necesitaba el tiempo para organizarse adecuadamente, para sacar sus habilidades de máster chef para preparar una deliciosa comida, justo hoy que era un día tan importante como lo es el cumpleaños de su esposo.

Había estado planeando cómo sería la gran fiesta para su Sunwoo durante más de un mes, había estado ahorrando dinero mientras se dedicaba a vender algunas prendas tejidas a mano para niños; siempre todo a escondidas de Sunwoo porque estaba seguro de que él se negaría ante la idea de que hiciera algún esfuerzo para una fiesta; por eso siempre se aprovechaba de que Sunwoo salía a trabajar desde muy temprano y llegaba algo tarde, también se aprovechaba de sus amigos, no lo iba a negar; sus Dongsaengs son demasiado manipulables y se él encontraba desesperado por conseguir el dinero requerido. Sus hijos de apenas un año habían pasado a ser cuidados por sus amigos algunas cuantas veces donde en verdad tenía que dejarlos en casa debido a las malas miradas de algunas personas. Y en verdad le dolió mucho dejar a sus pequeñitos en brazos de sus tíos, pues cada vez que esos tres revoltosos lo miraban con esa mirada suplicante y las mejillitas sonrojaditas le daba un jikskanw, además de la forma en la que los tres extendían sus manos hacia él para que no se fuera. En serio verlo le producía grandes ganas de llorar y evitar hacerlo era un esfuerzo sobrehumano, pero todo valdría la pena cuando vea la maravillosa sonrisa de hoyuelos en el rostro de su esposo. Sí, aquellos pósitos serían reconfortantes de ver.

Puso manos a la obra y directamente se fue a dejar las decoraciones en un lugar donde estuvieran a salvo de cualquier incidente. Luego de eso se dirigió a la cocina para realizar el pastel que estaba seguro que le encantaría a su esposo. -Leche, huevos, harina, mantequilla, esencia de vainilla, cocoa, fosh, manjar blanco, fresas...- enumeró y sacó todos los ingredientes que necesitaría para hacer una espléndida torta, sacó los bwols para realizar la receta.

Iba a iniciar con la preparación hasta que se fijó en su anillo de bodas; soltó un suspiro soñador al recordar la magnífica boda que tuvieron que hacer en otro país porque en Corea el matrimonio homosexual aún seguía siendo mal visto por algunas personas. A pesar de que su boda no fue en su país de origen y que algunas personas importantes no pudieron estar a su lado, en verdad que se sentía con una gran dicha al recordar tan glorioso evento. Sacudió su cabeza para alejar aquellos recuerdos que lo ponían sensible y que también lo alejaban de su propósito. Retiró su anillo porque no quería ensuciarlos para nada con ningún ingrediente, lo guardó en el bolsillo de su afelpado abrigo celeste. Ahora debía realizar la mezcla del pastel.

Había transcurrido algo de tiempo, en verdad no sabe cuánto pues había decidido que lo mejor sería no concentrarse en la hora o sino esta avanza más rápido. Ya el pastel estaba en el horno, sólo era necesario que estuviera una hora y media y todo estaría bien, la decoración no sería complicada. Sacudió su mandil pues estaba repleto de harina, por igual su cabellera ahora negra; no le pregunten cómo es que se ensució tanto pues ni él tenía la respuesta.