Un día normal, en la normal y pacífica vida de Shelby Huston se vuelve un caos de un minuto a otro, todos os preguntareis sobre el responsable? Pues resulta que el causante de este terrible caos tiene nombre y apellido y si señoras y señores es el m...
Hoy es ese tipo de día en el cuál prefieres morir a seguir levantándote cada día a las 7 de la mañana para realizar la misma rutina de siempre.
La alarma retumba por toda la habitación, mientras me tomo el tiempo para deslizarme sobre las sábana a fin de apagar el maldito aparato que no para de zumbarme los oídos, a este paso me voy a quedar sin oídos, regreso a mi cálida cama y de un momento a otro concilio el sueño.
Estruendosos golpes suenan en la puerta, entre tanto, me estoy removiendo en la cama para poder alcanzar el móvil que se encuentra tirado en la mesita de noche y entonces noto que ya son las 8:20 de la mañana!!? Debería estar hace 20 minutos en clases en vez de permanecer pegada a la cama como una lapa.
A continuación, salgo de mi trance momentáneo y voy rápidamente a abrir la puerta, quién demonios este detrás de ella lo voy a matar, ah ya, se veía venir, es la sanguijuela de mi hermano menor: Ethan Huston.
--Ja! Mira quien se ha vuelto a levantar tarde en su primer día de clases --me ojea de arriba abajo con una mueca de disgusto --Mi queridísima hermana --espeta en un tono claramente irónico, el cual no me hace ni pizca de gracia.
--Algo más que decir sanguijuela? --digo mostrando desinterés absoluto y haciéndole un gesto para que desaparezca de mi vista--En esta vida o eres la favorita de dios o te comen viva--susurro para mi.
--Cuando termines baja a desayunar, mamá te espera abajo-- y con eso se va, suspiro agotada y cierro la puerta en un estruendoso golpe.
Los rayos de sol entran por la inmensa ventana, abro la ventana para que se airee la habitación, después me tomo el tiempo para ir al baño y tomarme una ducha fría para despejar mi mente, rápidamente calzo mis vans combinadas con un jean ancho una sudadera oversize y me amarro mi pelo rubio en una coleta alta.
Bajo a la cocina y localizo a mi madre en el centro de la isla, con mi hermano a su derecha desayunando, solo con ver su cara se q me llevare el regaño del siglo, tiene cara de querer asesinar a alguien.
Que me asesine a mi
Se manifiesta mi conciencia.
Mi madre y yo solo compartimos un aspecto físico: los ojos, son de un color miel con pequeños tonos anaranjados que se asemejan a un tono marrón y unas largas pestañas que hacen resaltar mi delicado rostro.
Mi madre levantó la cabeza y me ojea y se que me va a regañar por levantarme tarde, cuando me siento a desayunar evito su mirada a toda costa.
--Shelby, cuantas veces te he comentado lo del despertador?--suspira y suelta la cuchara que resuena por toda la cocina --A este paso tendré que ponerte una maldita bocina cada dia en tu habitación-- con un agarre brusco me levanta la barbilla para que la mire fijamente a los ojos --Cuando te hablo mírame.
La miro aguantando la ira, en un movimiento brusco aparto su mano y las lágrimas me tientan con salir pero las reprimo porque llorar ante ella es ser débil y no pienso mostrarme así ante ella ni ante nadie.
--No me toques --se me rompe la voz, pero todavía insisto para no llorar ante ella --No te preocupes por mi, como siempre lo haces-- lo último lo espeto en un tono irónico, hago un ademán de salir de casa para tomar el aire.
Una hora después.
Entro a casa y no veo a nadie en la cocina así que subo a mi habitación, y en todo el día lo único que hago es planear y organizarme para mañana ya que para mí será mi primer día de clases.
Toques en la puerta me sacan de mi momento de paz, pero insisto en no abrirla porque se quien esta tras ella, pero fue en vano, los golpes comenzaron a ser más pesados
Bufo en molestia y me levanto tropezándome con mis propios zapatos.
JA! no e conocido a alguien mas terco que yo misma
A veces considero que mi conciencia casi ausente tiene razón, me apoyo en la mesita de noche para levantarme y abrir la puerta que sigue resonando por toda la habitación.
Abro la puerta con molestia y con ganas de matar a mi hermano que es el que suele venir a molestar en todo momento, no conoce el concepto de privacidad, es algo que no se le mete a la cabeza ni aunque se lo repitas milésimas de veces.
--Qué quieres de una maldita vez?-- expreso en un tono cansado y sin alzar la mirada-- no contesta, que raro, el siempre tiene algo que decir-- Cuando levanto la mirada para mirarlo, me encuentro con algo que nunca espere ver, mi mejor amiga.
Kenya Peeters y si os preguntareis que como la conocí, bueno yo tenia 5 años, estábamos mi hermano y yo jugando con bolas de nieve cuando de repente recibo un golpe frío que me deja inconsciente por un rato, cuando despierto, con mi vista borrosa alcanzo a ver a una chica morena llorando y mirándome con cara de tragedia, seguramente se creía que me había matado, y desde ese mini tragedia nos hicimos amigas.
La miró de arriba abajo, pestañeo varias veces para comprobar que no es ningún sueño o mi imaginación creando escenas falsas-- Kenya Peeters eres tu? No me lo creo--la abrazo fuerte y en gesto tímido me devuelve el abrazo y absorbo su aroma que tiene un ligero sabor dulce y cítrico, ese perfume la caracteriza siempre.
Se ríe a carcajadas y se separa lentamente repasándome con sus ojos grises rozando un tono negro penetrante-- Pues créetelo-- contesta a mi obvia y absurda pregunta-- Que cambiada estas no? Estas mas delgada q la ultima vez q te vi--
Créeme lo sé, suelto un leve suspiro e ignoró su comentario.
--Si... retoque un poco mi antiguo estilo-- contesto.
--Si, ya veo, te ves espectacular-- dice con un brillo en sus ojos.
Y a qué viene esta visita tan inesperada-- le hago una seña y la condujo dentro de la habitación y nos sentamos en una esquina de la cama.
--Tengo muchas cosas que contarte pero primero, déjame decirte que me he mudado-- Me deja sin palabras cuando intento contestar se me atascan las palabras, Kenya hace 7 años se mudó a México con sus padres y desde ese entonces solo hablamos por internet.
--Dónde te has mudado....?-- Pregunto aun sabiendo la respuesta, algún me va a dar un infarto de tantas cosas, Kenya la considero como una hermana que nunca llegué a tener, es una persona que aprecio y admiro mucho.
--Bien, me mude esta mañana, pero no quise decírtelo para hacerte una sorpresa por eso estos días no respondí tus mensajes--me explica-- Me mude en la casa q hace tiempo desalojo la familia Miller, a mis padres les ofrecieron un nuevo oficio y aprovechamos la oportunidad para volver al lugar que nos pertenece-- se me escapa una lágrima pero la dejo ir porque ante ella me siento libre de poder ser débil, ella es mi segundo pilar.
--Entiendo, ven aquí-- se me rompe la voz, y la abrazo derrumbándome ante ella, no sabía que me hacía tanta falta.
****
Hola niñatos/as jijijijijiji *risa malvada* espero q hayáis disfrutado este capítulo, creo q sobra decir que soy una novata en el mundo de las escritoras y estoy aprendiendo poco a poco a mejorar las cosas, pero de momento disfrutad de la Salma inexperta, que no sabe ni describir un simple beso okno *rueda los ojos*.
Un beso en el poto.
Adeu Salamis :)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
