Prólogo

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—¿Qué crees que pase si me lanzo por las gradas? —Le pregunto a Nolan, frunciendo el ceño y una pequeña sonrisa formándose por mi rostro.

Estoy en el patio del instituto, tirada en el pasto y el sol dándome justamente en la cara. Nolan levanta los hombros y observa las gradas con detenimiento.

—Probablemente te lastimes. —Me responde y entrecierra los ojos para luego mirarme—¿Por qué me preguntas eso?

La sonrisa ya hecha en mi boca se hace más grande. —Tengo una idea.

Lucas, el cual está mi lado, abre sus ojos alarmado y me mira rápidamente para luego agitar su cabeza seriamente.

—Ni lo pienses, Maddie.

—por favor, dime que no estás pensando lo que yo estoy pensando—Ahora habla Sonny que se encuentra delante mío con un rostro preocupante.

—Exactamente ¿qué creen que estoy pensado?—les comento con cierto humor y juego un poco con el pasto entre mis dedos.

—No lo voy a decir, porque después no quiero darte ideas. —murmura Lucas sin mirarme.

—Concuerdo con Lucas. —secunda Nolan y yo miro a Sonny.

—Vamos, Sonny, dilo-apresuro aun sonriendo y Sonny suelta un soplido.

—Maddie, no saltaras de las gradas. —Me dice y continua—morirás.

Yo arqueo las cejas y me levanto decidida. —Eso está por verse.

Comienzo a moverme entre el patio, escuchando los chillidos y gritos de mis mejores amigos, pero los ignoro.

-—¡Maddie, no lo hagas!—Escucho a Lucas reprocharme desde lejos.

-—¡Joder, Maddie! ¡Eres increíble, no lo hagas! —Chilla Nolan y yo suelto una risita.

Amo hacer cosas cuando no se me permiten, no sé si es por me gusta sentir la sensación de como mi corazón se va a salir del pecho y el sentimiento a libertad al hacerlo.

Empiezo a subir las gradas y me coloco en un escalón no tan alto pero no tan bajo. Miro hacia abajo y veo como Lucas, Nolan y Sonny, se acercan corriendo como perritos cuando por primera vez son sacados al parque.

—¡Baja de ahí, Maddie, no seas ridícula!—me regaña Sonny con el sol dándole la cara y los ojos entrecerrados.

Niego con la cabeza.

-—¡Puedo hacer lo que yo quiera!

Nolan suelta un jadeo sorprendido. —''puedes hacer lo que tú quieras'' ¿Qué tipo de respuesta es esa? ¿Acaso estás loca?

-—¡Es que no me conoces!—le grito de vuelta y le guiño el ojo.

Las personas suelen llamarme loca solo por ser yo. Por solo ser diferente. Y realmente, no me molestaba o dolía, si tenían que llamarme loca por ser yo misma, estaba bien.

-—¡Por favor, Mad, baja de ahí!—Ruega Lucas desde muy abajo.—¡Si no bajas llamare a la directora Núñez!-Amenaza con seriedad y yo hago una mueca.

Las personas se acumulaban alrededor de mis amigos y sus ojos se posaban únicamente en mí.

—¡Esto es ridículo!—chilla alguien que no conozco.

Lo hare.

En uno, dos, tres... y me deje caer. Tire mis brazos al aire y mi cuerpo al vacío, dejando salir un jadeo. Sentía la sangre bombear por mis venas y cada segundo irse más rápido. Amaba ese sentimiento, aquel sentimiento de locura y libertad, como era yo.

Entonces, ya sintiendo que voy yendo hacia mi dolorosa caída, no caigo. Siento unos brazos atraparme. Unos cálidos y acogedores. Abro mis ojos para después pestañar varias veces.

Un chico me había atrapado y no había sido Lucas o Nolan. Cuando abro mis ojos, lo primero que veo son unas iris mieles viéndome devuelta, saltones y al parecer alarmados ante mi acto. Una cara dulce y tierna conjunto un cabello rubio pero alavés color castaño.

Nunca he visto a este chico en mi vida, pienso.

Labios rosados y llenos. Mandíbula bien definida y pómulos atractivos.

—¿e-estas b-bien?—balbucea con temblor y yo sonrió.

Su voz es tierna. Tan tierna y ronca al mismo tiempo que siento que podría ser música para mis oídos.

—Sí.

—A-ah, o-ok-es lo único que dice y suelta sus brazos tontamente, dejándome caer en el suelo vergonzosamente.

Yo suelto un chillido.

¿Acaso me había tirado en el suelo así nada más?

Entonces, mientras estoy tirada en el suelo, prácticamente comiendo pasto, veo como se marcha.

—Oh, dios, Mad. ¿Estás bien?—aparece a mi lado Nolan, ayudándome a levantar del suelo.

Yo me levanto del piso y sacudo el pasto que había ensuciado mi blusa.

—S—-contesto y mis ojos aun pegados al chico rubio de hace unos momentos.

-—¿Quién es ese chico? —inquiere Sonny, observándolo igual que yo.

Yo frunzo el ceño.—No sé, pero lo voy a descubrir.


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AHHHHH volvió baby boy lol. no esta totalmente editado el capitulo la gramática sigue estando un poco mierda al igual que la ortografía pero espero que eso no les haya impedido leer lol.

voten y comenten :D besos

Baby BoyWhere stories live. Discover now