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— Agh porque yo, todo yo — se quejaba Jing-su mientras barría el salón — la otra vez yo fui la que barrio, esto no es justo, exijo un abogado
— Ya Jing-su, deja de quejarte — le pidió Nam-ra
— Lo siento Nam Nam — se disculpó la de pelo corto
Las dos pelinegras siguieron barriendo el salón mientras se ponían a escuchar música. Las dos eran buenas amigas desde el año pasado, Nam-ra nunca hizo menos a Jing-su, y Jing-su siempre estuvo para ella
Después de estar una buena rato limpiando, fueron a guardar las escobas y salieron del salón
— Toma — le entró el auricular a Nam-ra — voy a ir a buscar a los chicos — dijo refiriéndose a Woo-jin, Dae-su, Joon-yeong y Sang-hee
— De acuerdo, ten un buen día y mucho cuidado — se despidió Nam-ra
— Tenlo por seguro — dijo Jing-su mientras le daba un beso en la mejilla a la de pelo largo — adiós linda — esa era su forma de despedirse
La pelinegra de pelo corto salió del salón de clases para empezar a buscar a sus amigos, hoy habían acordado tener una de sus pequeñas reuniones en la casa de Dae-su, el motivo de su pequeña reunión? Ninguno, simplemente querían pasar el rato
— Jing-su! — gritaron a sus espaldas
Al voltear se encontró con su amiga de cabello bicolor, Sang-hee. Jing-su paró su caminar para dejar que su amiga se pusiera de su lado para caminar juntas, la de cabello bicolor camino hasta quedar a un lado de la de cabello corto, para luego saludarla con un pequeño juego de manos
Sang-hee y Jing-su se conocían desde primaria y eran muy buenas amigas desde entonces, cuando entraron a la preparatoria, ambas entraron por beca, las dos eran listas pero estúpidas a la vez, pero se conformaban con eso
— Ya terminaste de limpiar, o te escapaste y dejaste a los demás en el laboratorio? — pregunto Han, pues ya sabía cómo era su amiga
— Para que te digo si ya me conoces — respondió Yang
El dúo de amigas siguió caminando para ir a buscar a los chicos, primero buscarian a Dae-su y Woo-jin, porque sabían que esos dos estaban limpiando juntos, y ya luego buscarán a Joon-yeong
Se detuvieron a la mitad del pasillo en él que se encontraban, pues se toparon con la escena de Dae-su sacando su cabeza por la ventana mientras hacía movimientos raros con la mano, y a Woo-jin pegándole como siempre
— Oye, respétame, soy tu cuñado — le reclamó
— Si claro, y yo soy un elefante — llamó la atención Jing-su con su sarcasmo como siempre
