Capítulo 10

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Giyuu pudo jurar ver a Sabito parado frente a su propio tumba sin embargo al parpadear ya no estaba, tal vez era su imaginación, el deseo de querer verlo nuevamente le hizo un mala jugada a su mente.

Deseaba tanto estar en sus cálidos brazos que le brindaba protección y seguridad pero eso no sucedería de nuevo por qué jamás podría volver a esos hermosos días que paso con Sabito sin embargo siempre en su corazón mantendría esos maravillosos momentos.

--Tanto tiempo sin verte Sabito, no tenia el valor suficiente para venir a verte-- hablo mientras miraba la tumba.

--Yo.... Realmente lo siento por no haber podido salvarte, tu debiste sobrevivir en mi lugar, yo debería haber muerto esa vez-- se arrodilló para acomodar las bellas flores que adornaban la tumba.

--Ahora mismo tú serías un Pilar, alguien realmente fuerte y genial. Estoy seguro que serías amigo de los demás Pilares, te llevarías bien con ellos. En cambió yo, que no soy dignó de estar a su lado, no merezco la posición de Pilar-- su voz sonaba triste-- No sabes cuánta falta me haces Sabito, daría cualquier cosa para volver a verte y abrazarte. ¿Sabes algo? Los chicos me hacen sentir cosas que jamás pensé que volvería a sentir en mi vida-- dijo mientras se levantaba para mirar la tumba con tristeza.

--Pero esos sentimientos que tengo ahora están mal, no merezco sentir esas cosas. Gracias por ayudar a Tanjiro, debo irme Sabito ya casi va a anochecer y no quiero preocupar a los demás-- habló para darse media vuelta y comenzar a caminar a la casa de Urokodaki.

Sin embargo cuando comenzó a caminar puedo escuchar un suave susurró que decía “No debes pedir perdón ,así que se feliz Giyuu”. El omega al escuchar la voz de Sabito volteó rápidamente hacia la tumba pero no había nada, sólo pudo sonreír con melancolía.

Mientras tanto en la Casa de Urokodaki, reinaba un incómodo silencio. Los Pilares se ofrecieron a ayudar al Alfa mayor a hacer la cena pero todo fue un gran desastre, Tokito y Uzui cortaron la verdura en cubos demasiado grandes o en formas raras. Iguro y Himejima confundieron los condimentos provocando que supiera mal la comida. Y por último Rengoku y Shinazugawa al parecer eran los únicos que tenían conocimientos en la cocina.

Sakonji decidió no dejar que los demás ayudarán a excepción de los Pilares de la Llama y el Viento. Así que ellos tres comenzaron a cocinar rápidamente para tener lista la cena en cuanto llegará el Omega.

Al poco tiempo el Pilar del Agua llegó, sus feromonas olían a tristeza, eso hizo que los Alfas se preocuparan pero el antiguo Pilar los detuvo.

--Giyuu, hice salmón con daikon. Tu comida favorita, por favor toma asiento-- habló tranquilamente.

--Se lo agradezco mucho Maestro-- demostró una diminuta sonrisa.

Los Pilares no pudieron evitar sonrojarse, estar al lado de aquel precioso Omega, estaban conociendo muchas facetas qué eran desconocidas para ellos. Sakonji sabía bien que el azabache derramó lagrimas por Sabito por esa razón no dejo que los Pilares le preguntaran algo a Tomioka, no quería verlo triste o recordará momentos dolorosos para el.

Giyuu y su padre adoptivo se sentaron en la pequeña mesa de madera, mientras que los Alfas tomaron asiento en algún lugar de la casa, ya que la casa era algo pequeña. Ellos comieron tempura con arroz mientras que el azabache disfrutaba de su platillo favorito. 

Tanto padre como hijo solo hablaron de Tanjiro y Nezuko, entre otras cosas relacionadas con la organización, eso provocó qué los Pilares se sintieran incómodos y con algo de enojo. Al terminar de comer todos ayudaron a limpiar la casa y a lavar los trastes qué ocuparon durante la comida.

Lucharé Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora