VIEJAS ANDANZAS

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Desperte mas tarde no había tenido pesadillas por lo que me permitió dormir bien o estaba tan cansada que por esa razón descanse, no me había ni quitado la ropa, los zapatos y mucho menos lo que tenia amarrado en mis muñecas revise el teléfono al mismo tiempo que escuche la puerta sonar.
Eliz_ Hija, ya es medio día es hora del almuerzo y no bajaste a desayunar.

¡Medio día! había dormido tanto, me levante y abrí la puerta mientras sobaba mis ojos para después mirar a la mujer delante de mi con una leve sonrisa.
_ Ya bajo, no quise esta mañana por que no tenía hambre.

Tome mi teléfono y camine detrás de ella hasta el comedor en el primer piso, desde las escaleras pude reconocer que era pasta y para mi sorpresa al llegar me di cuenta que era a la boloñesa lo cual me gustaba bastante me senté feliz, todo iba bien nadie le había dirigido la palabra a nadie solo nos mirábamos las caras.
Eliz_ ¿Cómo te has sentido?
_ Bien, nada del otro mundo ¿por que? ¿debería sentirme mal?
Eliz_ No hija, solo por las dudas ¿te sientes cómoda?
_ Quisiera sentirme completamente cómoda pero, hay muchas cosas que deben cambiar por lo menos empezando con la habitación y el guardarropa.
Eliz_ ¿Cambios? ya no te gusta la ropa que tienes o como dejaste tu habitación.
_ Para mi gusto, es muy fresa.
Eliz_ ¿Muy fresa? a que te refieres.
_ Si, muchos colores, de verdad eso me gustaba _ hago una expresión de asco_.

Quedo todo en silencio nuevamente, así que comencé a comer al terminar un rato después hice un suspiro y me levante, camine de regreso hacia la habitación con las miradas sobre mi, cerré y asegure la puerta detrás de mi e hice un suspiro para después meterme al armario y empezar a sacar ropa con furia echándola cerca de la basura dejando la ropa que apenas y me gustaba. Después me lance a la cama tomando el teléfono el cual estaba vibrando puesto recibía una llamada desconocida.

*Llamada en curso*
_ ¿Hola?
_ Tiempo sin hablar ¿cierto?
_ ¿Quién eres?

Pregunte con un tono de voz lleno de confusión.
_ Axel, somos amigos de la secundaria. Me entere que habías despertado del coma.
_ No eres ni el primero, ni el ultimo en enterarse, además no me acuerdo de ningún Axel.
_ Me estas bromeando, tu eres muy buena bromista.
_ Ahora que me crees, ¿payaso? Te estoy diciendo que no me acuerdo de ningún Axel.
_ Quizás vernos te refresque la memoria. 

Trate de recordar, sin embargo, estaba bloqueada sinceramente no me acordaba de ningún Axel aunque su forma de comunicarse me acordaba a  Maicol, determinado, arriesgado, no le importaba nada mas que conseguir lo que se proponía de alguna forma. En este punto empecé a sentir un cosquilleo dentro de mi, una sonrisa se formaba en mis labios y tenia ganas de verlo aun sin recordarlo. 
_ Si acepto, ¿Qué gano?
_ ¿Estas dispuesta a que nos veamos?
_ ¿Qué puedo perder?
_ Excelente princesa, entonces paso por ti en una hora.
_ Como quieras. 
*Llamada finalizada*

Bien, ya tenia algo que hacer el día de hoy, suspire y me dirigí hasta el baño, me quite las cintas que tenia amarradas en las muñecas, me mire en el espejo, observe mis ojos por un momento, mire mi rostro juvenil pero, poco expresivo, respire profundo y cerré los ojos como si haciendo esto de alguna manera pudiera visualizar lo que me aquejaba, por lo que unos pocos minutos mas tarde comencé a escuchar sonidos pero, no sonidos cualquieras eran personas quejándose, pidiendo ayuda, gritando, el sonido de cadenas y látigos como de risas diabólicas disfrutando del sufrimiento ajeno, sentí una fuerza llevar mis manos a la espalda para luego apretarlas con algo ardiente por lo que me queje, me dieron la vuelta, me arrodillaron para luego escuchar una voz fuerte y demandante dirigirse a ¿mi? o a aquello que llevo dentro.
_ ¿Qué haces aquí de nuevo? debe ser importante. Habla rápido antes que te castigue por molestarme. 

¿Hablar? sobre que, el esperaba una respuesta y yo también, sentí un golpe en el estomago que me saco el aire e hizo que me cayera al suelo.
_ Señor, no fui yo quien convoco esta conexión con usted.
_ ¿Entonces?
_ La chica que me proporciono esta casi consiente aquí con usted.
_ ¿Qué busca? Acaso no eres capaz de controlarla. 
_ Respuestas 

Hable sin saber con quien, se hizo un silencio terrorífico y luego fui obligada a romper la conexión por que ya no soportaba el dolor en las muñecas ni la falta de aire. Mi corazón palpitaba rápidamente, abrí los ojos con muchas mas dudas que cuando hice la conexión pero bien, busque detrás del espejo una cuchilla sentí desespero como cuando estas en abstinencia de alguna droga y mi droga eran los cortes, me quite la ropa viendo mi cuerpo casi completamente limpio, uno que otro rasguño aunque muy superficial.
_ Hazlo, hazlo, hazlo uno, dos, tres cortes. Sangre.

No lo pensé dos veces, quería volver a sentir dolor como los viejos tiempos, entre en la bañera, abrí la llave de la regadera y sucedió lo esperado, mordí mi labio inferior mientras que pasaba la cuchilla por mi piel, la sangre comenzó a salir sintiendo esa sensación liberadora suspire liberando el aire por un momento contenido mientras el agua corría llevándose la sangre con este tarde un rato en el baño, mas de un corte adornaba mis muñecas y como siempre absolutamente nadie estaba aunque fuera para un regaño, el tiempo se sintió lento aun tenia en mente que pasarían por mi en una hora así que salí del baño, me enrede entre la toalla y me metí en mi armario a buscar que ponerme entre la poca ropa que había quedado. 

 

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SUICIDA ENAMORADA... ¿JUEGAS AL GATO CONMIGO? 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora