INTERRUPCIÓN

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Hannibal entraba en la casa de Will para cuidar a sus perros.

Como siempre, llevaba una salchicha para poder pasar y alimentar a la manada de perros callejeros.

Troceó y les dio de comer.

Al observar toda la casa de su paciente no pudo evitar ir a su habitación, aunque lo pensó más de una vez en no ir pero su instinto y curiosidad le ganaron.

Fue a su habitación caído ante la tentación.

Puso un pie en el cuarto y olfateó el lugar con los ojos cerrados. Su curiosidad hizo que llegara hasta la cama del ex agente. Olió desde los pies de la cama hasta llegar a la almohada.

Olía tanto a él que podría pasarse el resto de su vida oliendo esa habitación.

El ojimiel se sorprendió al notar que alguien había entrado en la casa.

Para su sorpresa, era Will, quien se veía cansado y algo confundido.

Antes de que Hannibal pudiera abrir la boca, el ojiazul le interrumpió.

W: Jack me ha dicho que me quede en casa. -Decía con su típica mirada hacia el suelo.-

H: Will, ¿estás bien? -decía preocupado por como lo veía.-

Will se sentó en uno de los sillones que tenía cerca.

W: Jack me toma por loco, todos me toman por loco, ¡pero yo no estoy loco!-Decía mientras se llevaba una pastilla a la boca y su cuerpo temblaba con ira y frustración.

El mayor se acercó a él.

H: Will, tranquilízate.-Decía mientras ponía su mano en la oreja del menor y acariciaba su nuca con el pulgar.

Will lo miró más tranquilo.

W: ¿Usted piensa que estoy loco?

Hannibal se quedó por unos segundos en silencio mientras apreciaba su rostro.

H: No Will, no pienso que estás loco.

Will se calmó ante su respuesta y ante la mirada de ese hombre cuyos sentimientos que sentía por él eran confundibles.

Se miraron completamente en silencio, sin decir ninguna palabra, sus rostros estaban a centímetros de que sus bocas se juntasen.

El ojiazul no podía con ese deseo, le ganaba la tentación.

Poco a poco sus rostros comenzaron a acercarse y sus labios a abrirse con cada acercamiento.

Pero un sonido del timbre hizo que se separasen y se quedasen avergonzados.

Will se levantó sonrojado y maldiciendo por dentro quien fuera que le haya interrumpido ese momento.

Abrió la puerta y se encontró con la única e irreconocible Freddie Lounds.

Will no podía tener peor día que ver a esa mujer, encima interrumpiéndole su momento.

FL: Buenas tardes Will, ¿cómo has estado?

W: ¿Qué quiere señorita Lounds? -Decía un poco molesto.-

FL: Venía porque tenía una idea sobre mi nueva revista que seguro le encantarán a mis lectores y va sobre usted.

W: No me interesa señorita Lounds.

Antes de que Freddie le dijera algo más, Will cerró la puerta en su cara dejándola con la palabra en la boca.

Hannibal miró a Will mientras se ponía su chaqueta.

H: Creo que debería irme, ya es tarde y tienes que descansar.-Decía mientras se acercaba a la puerta.-

Hannibal se despidió del ojiazul mientras abría el pomo de la puerta, pero Will le agarró de la mano.

W: Hannibal...-Decía mientras dirigía lentamente su mirada al mayor.- Quédate esta noche. Por favor.

H: Will... cre-. Antes de que pudiera seguir hablando el ex agente lo estaba agarrando de la camisa mientras juntaba sus labios con los del caníbal. Este, reaccionó tarde, pero le correspondió el beso que cada vez se hacía más intenso con cada beso que se daban, el calor de sus cuerpos se intensificaba cada vez más.

Caminaban con torpeza hacía la habitación mientras se desnudaban y no separaban sus labios.

Llegaron a la cama quedando Hannibal encima de Will mientras se frotaban mutuamente sus erecciones creando gemidos cortos y provocando aún más el deseo que tenían de sentirse.

Hannibal olía y besaba con delicadeza y a la vez con mucha lujuria el cuello de Will, a lo que este se estremecía y jadeaba por cada uno de sus toques.

Hannibal...por favor...Decía el pelinegro desesperador por sentir a su amante dentro de él.

El mayor queriendo molestarlo y jugar un poco con él se acercó a su oído.

H: Por favor qué Will?-Decía con una sonrisa ladina en su rostro.-

W: Q-quiero...-Decía con dificultad ante sus excitantes toques.-

H: Que quieres?-Decía susurrándole con voz ronca.-

W: A ti... te quiero a ti Hannibal, quiero que me llenes con todo lo que tengas...

Oír esto le provocó al mayor un calentón increíblemente grande, escuchar que esas palabras salieran de su boca hacía que le llevara al cielo sin volar.

Hannibal obedeció al instante, y metió su miembro dentro del ojiazul.

Will gimió y se aferró al cuello del caníbal mientras este lo embestía con dureza, pero con cuidado.

Con cada embestida ambos tocaban el cielo y sentían que querían esto hace mucho tiempo.

Leves gruñidos salían de la boca del mayor y largos gemidos salían de la boca del menor.

Aumentó la velocidad de las embestidas haciendo que unos segundos después llegaran al orgasmo casi al mismo tiempo.

Los dos exhaustos se dejaron caer en la cama recuperando el aire.

Follas muy bien. Dijo Will mientras miraba al techo.

Lo sé. Dijo Hannibal con una sonrisa ganadora en su rostro.

Los dos rieron ante sus absurdos comentarios y cayeron en un sueño al instante. 

𝓐𝓷𝓲𝓶𝓪𝓵 𝓘𝓶𝓹𝓾𝓵𝓼𝓮𝓼||One Shots hannigram (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora