- I - (Not lovers)

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Había pocas cosas que no se sabían en la pequeña pueblo donde la universidad Ahgase se ubicaba. Los pasillos parecían murmurar los rumores, haciendo a cada alumno participe de lo que ocurría. Era por eso mismo que todos se sintieron curiosos al ver al estudiante perfecto de la carrera de abogacía dirigirse a la cancha de básquet y llamar a Jía Er por lo alto.

Ellos fueron novios, no terminaron bien, no compartían amigos en común y nadie los había visto hablarse desde aquella ruidosa ruptura – un año atrás- cuando el mayor paso de chico tranquilo a fiestero empedernido y Youngjae se consiguió un nuevo y radiante novio.

¿Qué podía hacer que ambos se reúnan? Nadie lo entendía, pero todos querían saberlo.

-¡Jia Er! –grito el castaño parándose en la entrada alambrada de la vieja cancha.

La mirada de todos los presentes viajo al recién llegado hasta el momento que la pelota en manos del nombrado pico en el suelo. La jugada se cortó y el mayor pareció congelarse. Le tomo varios segundos girarse y dedicar su atención a aquel chico que en algún momento llamo amor.

-¿Qué queres Jae?- dijo con molestia y duda, no habían hablado en meses, fingían no verse cuando se cruzaban en los pasillos ¿Qué lo hacía ir hacia él ahora y hablarle?

-necesito hablarte- miro a su alrededor consciente de las miradas sobre ambos- a solas.

Muchos miraron expectantes el intercambio, pero pocos creyeron que Jackson solo asentiría, se excusaría y seguiría al menor.

Alejados del público improvisado Jackson se acomodó contra las gradas de otra cancha y espero atento las palabras del contrario, pero estas no llegaron.

-¿Vas a decirme algo o solo quedarte ahí viéndome?

-quiero que seas mi cita de esta noche.

Las palabras desorientaron al mayor, se enderezo viéndolo confuso. Cita. Quería que fuera su cita.

-¿De qué demonios estás hablando Jae? ¿Por qué queres que sea tu cita, donde y como es que tu perfecto novio no te acompaña?

-mi padre dará una fiesta. Es...por su firma, está creciendo, tienen nuevos socios y quieren celebrarlo. Yo tengo que ir, es como...obligatorio siendo su hijo, pero no puedo hacer eso solo.

-¿Y tu novio? Se supone que para eso sirven los novios ¿no?

-Jaebum y yo terminamos.

Jackson se sorprendió por eso, no creía que hayan sido la pareja más afectiva, pero si alguien te deja y poco después comienza una relación e incluso la hace pública, muchos creerían que iba en serio. Recordaba ver al idiota de Jaebum actuando como el novio perfecto, el tipo incluso estudiaba abogacía, tenía a sus suegros comprados.

-¿Y qué tiene que ver eso conmigo?

-espero que bastante- susurro, el mayor frunció el ceño pero Jae solo negó- necesito un acompañante, te lo dije, y dado que ya no estoy con Jaebum...

-si crees que voy a ser tu plan de último minuto te equivocas.

Sin esperar respuesta se apartó, decidido a volver a la cancha. Pero el agarre en su muñeca lo detuvo.

-por favor, te necesito Jackson- susurro el menor cerca suyo, demasiado cerca- no puedo hacer esto solo, sabes eso.

Lo sabía, él lo sabía. Jackson estuvo el tiempo suficiente a su lado como para saber que la fachada de hijo perfecto era una presión constante para el menor. Las exigencias de su familia siempre debían ser lo primero y él como hijo devoto no hacía más que obedecer. Jackson sabía que no les agradaba, era lo único en la vida de su perfecto hijo que a ellos les disgustaba y creía que ese había sido el motivo de su separación.

Between you and meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora