Café y chocolate

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Él se enamoró de esos versos que ella llevaba en el alma.

Besaba su vida
amando las mañanas,
con amor y café en la cama.

Adoraba su risa
él se sentia un niño sonríendo con ella,
Y en colores de fortuna se llenaba cada latido de su corazón.

Él amaba la emoción de su intensidad,
Que en dosis sin reservas,
Era el fuego que quemaba
ese sentir...

Y no importaba donde ellos estaban,
La amaba tocando sus labios
con la ternura de un angel,
Besos de café y chocolate.

Él la abrazaba con pasión,
Y ella deseaba solamente
no despertar de ese sueño
de amor, una hermosa realidad llamada tú y yo.

Estaban en otoño,
Más hasta en los días de lluvia eran primavera.

Monica Milanez

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