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CAP 6

¿Lo dejó ayer?

Sang-woo se le ocurrió una posibilidad impactante. No parecía diligente en absoluto.

Tenía más sentido decir que dejó su bolso el día anterior en lugar de dejarlo temprano en el amanecer.

De todos modos, hoy también fue una derrota. Sang-woo se vio obligado a sentarse a la mayor distancia posible del lugar. El aula, que aún no había encendido el calentador, estaba tan fría como afuera. Sentado sin cesar sin el acolchado y la bufanda, me sentí somnoliento. No durmió lo suficiente, así que se lo merecía. Abrió el libro para prepararse para el estudio, pero las cartas se mantenían borrosas.

"Si te duermes en clase, estarás en problemas.

Prefiere dormir un poco antes de que empiece la clase. Cubrió el libro y lo escribió como una almohada por primera vez. Cuando cerró mis ojos con sus mejillas sobre su libro principal, su conciencia se volvió rápidamente borrosa.

"...30 puntos consisten en una tarea, y los 20 puntos restantes consisten en una evaluación final. Mi oficina y mi dirección de correo electrónico están en el Silabus, ¿verdad? Si quieres hacer una entrevista, puedes visitar a tu asistente o enviarme un correo electrónico directamente. Ahora, veamos el problema".

Cuando Sang-woo se despertó de nuevo, escuchó una voz monótona. Y el rojo llenaba toda la vista. Aparentemente, se sentó muy lejos de donde se había hecho cargo, y Jang Jae-young estaba justo a su lado con una mirada burlona en su cara.

Sang-woo rápidamente levantó la parte superior de su cuerpo y revisó su reloj de pulsera. Fue 14 minutos después de que la clase comenzara.

Mirando alrededor, estaba mirando cada uno de los cuestionarios impresos por los estudiantes, pero no había nada en su escritorio. Aleteando. A su lado, Jae-young agitaba el papel A4 entre sus dedos.

"Ese día... ese maldito...

Sang-woo miró apresuradamente a los otros estudiantes, pero nadie tenía folletos extra. Sin embargo, cuando le pidió que dejara de hablar y pidiera un nuevo papel de preguntas, se avergonzó porque se había quedado quieto hasta ahora. Sang-woo apretó los dientes y se acercó a Jae-young, dijo en voz baja.

"Dámelo, mi hoja."

"¿Me la dejaste a mí? Esto es mío."

"No vas a estudiar de todas formas."

Los ojos de Jae-young se entrecerraron. Una fina hoja de papel se agitó en la punta de sus dedos. Sang-woo extendió la mano e intentó agarrarla, pero no pudo ni siquiera tocarla porque Jae-young barrió la hoja.

Jae-young dobló el papel por la mitad. Luego lo volvió a doblar por la mitad. Sang-woo observó lo que hacía con un corazón nervioso.

"Si quieres algo, deberías pedirlo educadamente."

Jae-young, vestida de rojo y susurrando bajo de una manera espinosa, parecía un demonio. La ayuda necesaria para Sang-woo estaba ahora pegada entre su dedo índice y su tope, en forma de avión.

"Dámelo".

"Más desesperado."

"Soy yo."

"Fuera."

Tan pronto como el profesor dio la espalda a los estudiantes para juzgarlos, el avión de papel dibujó una parábola suave y escapó por la puerta trasera ligeramente abierta.

Sang-woo se levantó de su asiento, suprimiendo su ira creciente. Fue una idea tonta el obtener algo de Jang Jae-young, también. Se apretó entre los escritorios apretados y se adelantó para conseguir un pedazo de material impreso apilado en la mesa. En ese momento, el profesor miró hacia atrás y parecía tener frío.