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— Bien, lo haremos otra vez. —anunció el coreógrafo.

Yuri tragó saliva y se volvió a poner en posición. Precisamente, le estaban enseñando una coreografía destinada a la última canción que habían grabado hace un par de meses y que saldría en video. Y quizás Yuri no era tan negada a lo artístico, pero ni siquiera conocía la canción, ni el ritmo, ni nada. ¿Cómo se suponía que lo lograría?

El hombre frente a él comenzó a contar desde el cinco hasta el ocho y luego comenzó a repasar los movimientos, al mismo tiempo que la chica intentaba seguirle el ritmo. Tenía vergüenza, tenía que admitirlo, porque el resto de los miembros le miraban extrañados, como si aquello nunca hubiese sucedido en todos los años que llevaban juntos.

El coreógrafo se detuvo en seco al darse cuenta de que Yuri se había quedado de pie, totalmente perdida en los movimientos.

No era negada al arte, pero, además de no conocer la canción, no tenía la capacidad de aprender tan rápido como los idols, que llevaban años de entrenamiento para llegar a ser lo que son.

Hoseok, quien estaba mirando desde lejos, se aclaró la garganta, llamando la atención de todos.

— Creo que hoy no es tu día, hyung. —se dirigió a Yuri— ¿Por qué no lo intentas más tarde?

Yuri, sin decir nada más, asintió con la cabeza e hizo una reverencia a todos los presentes, olvidando que Jin era el miembro mayor del grupo, y se dispuso a salir de la sala de ensayos bajo la mirada extrañada de sus compañeros.

Caminó a paso apresurado hacia la salida de la empresa, sintiendo la enorme necesidad de tomar aire fresco, dentro de lo que se podía respirar en Seúl. Llevaba por lo menos cuatro horas intentando memorizar los pasos de baile que le estaban enseñando y ya hace dos horas atrás estaba comenzando a sentirse frustrada, sobretodo al ver que sus compañeros habían podido aprender hasta el primer coro de la canción en una hora.

Tomó aire profundo cuando estuvo afuera y, en vista de que alguien podría pasar y verle, decidió caminar hacia la zona lateral del edificio. Apoyó la espalda en la pared y casi se dejó caer hasta el piso, pero una segunda presencia la interrumpió.

Sintió cómo se le cerraba la garganta al verse a sí misma delante. Era ella, pero no del todo, pues tenía una expresión de fastidio que se acentuaba al no llevar ni una sola gota de maquillaje puesto, cosa que a Yuri casi le hizo dar un infarto, y tenía el cabello enmarañado escondido debajo de una capucha.

La otra Yuri la miró de arriba hacia abajo y levantó una ceja.

— No deberías apoyarte sobre esa pared sucia usando ropa tan cara. —pronunció.

An Yuri tragó saliva nuevamente. ¿Siempre había tenido la voz tan molesta y chillona?

— ¿Ah? —fue lo único que pudo responder.

La otra persona hizo una cara de fastidio aún mayor, frunciendo las cejas y levantando levemente el labio superior.

— Olvídalo. Te he llamado un montón de veces y no has sido capaz de atender ninguna...

— Estuve un poco ocupada... —carraspeó y se corrigió inmediatamente— Ocupado.

— ¿Quién eres? —demandó la otra persona, subiendo un poco el tono de voz.

Yuri se sintió pequeña en ese momento, a pesar de que su cuerpo original era mucho más pequeño que el de Jin, y juntó sus manos por delante de su estómago, bajando la vista hacia el suelo, sintiéndose incapaz de mantener los ojos puestos en su propio rostro.

DENTRO DE TI ━ K.SJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora