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Jin miraba su cuaderno con concentración. Tenía un examen de anatomía al siguiente día y, aunque no le gustase la biología, tenía que rendir bien. Lo hacía por Yuri, porque no quería arruinar su promedio de calificaciones y realmente se estaba esforzando por sacar el máximo puntaje en todo.

Levantó los ojos con un poco de molestia al sentirse observado y miró a Han Minyoon, que estaba sentado frente a él en la mesa de la biblioteca de la universidad mirándolo con cara de idiota.

Quiso poner una mueca de disgusto. ¿Cómo podía Yuri soportar a aquel tipo? Era obvio que gustaba de ella y ya los tres meses que llevaba dentro del cuerpo de la chica se lo habían confirmado completamente. Era sumamente sobreprotector y, para su gusto, demasiado empalagoso para sólo ser su amigo. Todo ese encanto que le había provocado su bello rostro cuando lo vio por primera vez se había esfumado con sus actitudes de novio autodenominado. Soltó un suspiro y, en cambio, fingió una pequeña sonrisa, apoyando sus codos sobre la mesa y posó su mentón sobre sus manos hechas puños.

— Deberías concentrarte. —sugirió en un susurro, pues no eran los únicos estudiando.

Minyoon pareció salir de su trance y pestañeó rápidamente un par de veces. Sus mejillas comenzaron a teñirse de rosa. Jin sintió la inmensa necesidad de poner los ojos en blanco, pero se aguantó.

Qué patético, pensó mientras devolvía los ojos a sus apuntes.

Se dedicó un buen rato más a ojear un libro recomendado por el profesor de la asignatura, pero ya no había nada que no supiera. Había estudiado tanto todos los días que todo se le hacía conocido, sabía los nombres de todos los huesos y músculos, y también se había sorprendido de saber hasta de órganos de los cuales antes ignoraba su existencia.

Después de un rato cerró el libro y guardó sus cosas en el bolso que llevaba consigo. Sentía que ya no tenía nada más que estudiar y lo único que le quedaba era relajarse y descansar hasta el otro día.

— Me iré a casa. —le avisó a Minyoon.

El chico comenzó a guardar sus cosas apresuradamente y lo siguió en el camino fuera de la biblioteca.

¿Por qué Jin tenía ganas de salir corriendo y escaparse? Simplemente el chico lo tenía hastiado, cada día se sentía más ahogado con su presencia. Todos los días Minyoon se quedaba con él mientras estudiaba hasta la hora que fuese, siendo que Eunji y Jiyu se iban a sus casas a una hora decente.

— ¿Quieres ir a tomar un café antes de ir a casa? —preguntó el chico, que iba pisándole los talones a Jin.

Cerró los ojos por un momento, sabiendo que él no podía verlo, y dejó de caminar con una pequeña sonrisa fingida en los labios.

— Está bien, pero que sea rápido porque le prometí a mi hermana que le ayudaría con una materia de la escuela que no entiende. —respondió de la manera más dulce que pudo.

A pesar de que sentía la permanente necesidad de mantenerse alejado de Han Minyoon, no podía, era el amigo de An Yuri, y si ella había mantenido aquella amistad pese a todo lo que a él le molestaba, no podía hacer más que tragarse todo el disgusto que sentía y simplemente hacer como que nada ocurría.

Ya había oscurecido hace rato, pues ya se había adentrado el otoño y los días eran cada vez más cortos. Ambos caminaron hacia una cafetería que estaba cerca de la universidad y pidieron algo para calentar el cuerpo. Se sentaron en una mesa y se quedaron en silencio mientras bebían.

Minyoon no sabía qué decir para iniciar una conversación, cada vez que estaba junto a Yuri se sentía nervioso. En cambio, Jin sólo estaba intentando beber rápido el café sin quemarse la boca para poder irse luego a su casa.

DENTRO DE TI ━ K.SJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora