Capitulo 27

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Saben eso de tener antojo de algo y no poder tenerlo, pues eso es lo que me pasa a mi para que esté de un mal carácter y me coja de los pelos todos los días, sueño con un helado de kinder o de oreo y por desgracia no lo puedo tener, parezco una magdalena con lo que lloro, ni Bjorn me aguanta, pero como decía mi madre con paciencia todo se puede.

Cada día se acerca más la fecha de tener a mi pequeño en mis brazos, estoy feliz pero a la misma vez preocupada, muchas de las mujeres de la aldea me dicen que es doloroso, cada vez que me dicen que voy a ser una valiente, me dan ganas de enviarles a todas a paseo, no voy a tener ni a mi familia apoyándome, ni médicos experimentados por si sale algo mal y mucho menos la epidural, dios bendita epidural, no se como no la inventaron en estos tiempos, cuántas mujeres se hubieran ahorrado pasar un parto doloroso a estas alturas.

-Jade- Me dice Axe a mis espaldas- ¿Cómo te encuentras?- Si señoras está demasiado amable pero la verdad no lo juzgo, la última bronca que tuvimos me altere tanto que casi me da un infarto, en el momento Bjorn por poco le abre la cabeza.

-Bueno, digamos que bien.- Le digo sonriendo.- Como que estar con las piernas hinchadas y tener una panza que no puedo ni con ella no es muy agradable, pero que vamos hacer, solo las mujeres podemos dar vida, sin nosotras el mundo se extinguiría.- Le digo soltando la pulla.

Me encanta enfadarlo es algo literalmente asombroso y me deja demasiado agusto para decir la verdad.

-Te aguanto porque mi hijo te quiere sino ya te hubiera dado a los lobos.

-Uy que pena pero me vas a tener aquí hasta que te mueras suegrito.- Le digo con sorna.

-¿Suegrito? qué es eso.- Madre mía como estamos aquí.

-Suegrito significa suegro osea el padre del marido o novio es mi suegro.- Le digo explicando y moviendo mis manos.

-Mira Jade no quiero que nos llevemos mal, esto ha llegado un momento que me supera, debo cuidar de mi pueblo y al mismo tiempo de vosotros. Quiero que mi nieto viva en un sitio de paz y si nosotros no paramos de discutir, él nunca nacerá en un sitio como ese.- Me coje de las manos sorprendiendome.- Me gustaria hablar contigo y con Bjorn más tarde, donde estemos los tres solos, es algo importante.

-Mmmm, de acuerdo.- Miro mi mano donde él la tiene agarrada.- ¿Te pasa algo Axe?

-Es solo algo de preocupación nada más.- Toca mi vientre con mimo.- Su espíritu es fuerte.- Dice al sentir una patada de este.

-Si, parece que va a ser un gran guerrero como vosotros queréis.

-Si.- Dice con pesar.

Se despide con un simple movimiento de cabeza, es algo extraño, normalmente siempre tiene ganas de discutir. Al menos ya podemos estar sentados en la misma mesa sin escupirnos a la cara. Se que debo pensar que es el abuelo de mi hijo, no es un buen ejemplo que digamos, pero sigue siendo su abuelo paterno.

Tengo pensado en hacer uno de esos viajes en el tiempo cuando mi hijo nazca y tenga unos pocos meses, mis padres se merecen saber la verdad de lo que está pasando y tener información mía. No se como pasa el tiempo de una era a otra, pero lo que sí sé, es que estarán lo suficientemente preocupados por mi.

Algo dentro de mi pecho me advierte que las cosas no están tan bien como yo pensaba, se que a Axe le preocupa algo grave.

El día va pasando y el sol se va escondiendo poco a poco, se acerca el momento de hablar con Axe, estoy nerviosa no sé lo que nos pueda decir o nombrar.

Entró por la puerta de la casa principal y me encuentro a Axe y Bjorn, están algo alterados entre ellos, no han notado mi presencia, y mira que soy grande, cierro la puerta con cuidado, ya que la sala está vacía. Se nota que Axe prohibió que entraran gente en este preciso momento y en este día.

El destino tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora