Ahí estaba yo, fingiendo y forzando sonrisas. Esa aburrida fiesta había sido el tema principal en todas las pláticas del instituto: "la famosa Lydia Bloom celebrará su entrada al equipo de porristas" y claramente, todos tendríamos que estar ahí.
Todos la admiraban pero la odiaban al mismo tiempo, deseaban ser ella y era repudiada de la misma forma. Toda la casa olía a alcohol, vómito y al perfume barato que las chicas de menor grado se derramaban encima a propósito. Camino hacia la salida de la vivienda sosteniendo con fuerza el vaso medio lleno que me habían dado desde hace horas, quería tomar aire.
Hacía bastante tiempo que no asistía a una fiesta de este tipo, ahora logro recordar el porque. Enciendo un cigarro y me siento en una de las tantas jardineras acomodadas estéticamente en el patio de la popular pelirroja, sabía que tendría que esperar aquí al menos unas horas hasta que Jay, mi querido y apuesto acompañante pudiera conseguir con quien pasar la noche; realmente no sabía hasta cuando, pero tendría que quedarme aquí. Miro atentamente el humo que desprende mi cigarrillo mientras observo a la lejanía que Jay sale tomado de la mano con una chica bastante linda y me levanto a esperarlos. Al menos esta vez no tardó tanto.
—Lo siento —escucho después de sentir un golpe seco en la espalda.
—Tranquila, ¿estás bien? — Pregunto entre risas al encontrarme frente a frente con aquella despistada castaña.
—Si, ¿y tu? —Sonríe.
Ahí inició nuestra historia. O bueno, al menos mi lado de la historia. El lado del espectador. El lado del... el lado del chico secundario.
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᪥𝐸𝑛𝑐ℎ𝑎𝑛𝑡𝑒𝑑 𝑡𝑜 𝑚𝑒𝑒𝑡 𝑦𝑜𝑢᪥ - 𝐾𝑖𝑚 𝑆𝑢𝑛𝑜𝑜
Fiksi Penggemar᪥: 𝙽𝚘 𝚝𝚘𝚍𝚊𝚜 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊𝚜 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚗 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕𝚎𝚜 𝚏𝚎𝚕𝚒𝚌𝚎𝚜.