᪥𝐸𝑛𝑐ℎ𝑎𝑛𝑡𝑒𝑑 𝑡𝑜 𝑚𝑒𝑒𝑡 𝑦𝑜𝑢᪥ - 𝐾𝑖𝑚 𝑆𝑢𝑛𝑜𝑜

᪥ 2 ᪥

"Solo quiero ser yo,
sin tener que explicarlo"
- E. P.

"Casi nunca somos capaces de comprender cuando es necesario rendirse. Normalmente solo nos damos cuenta de esto ya que estamos cansados de sujetar la cuerda; como esa amistad que no funciona pero deseamos con todo lo que poseemos que siga, esa dieta que sabemos que no durará y claro, ocultar algo.
Esas cosas que parecen ser insignificantes, hasta que tu mano sangra por aferrarte a no soltar. Creo que en mi caso, esa cuerda es esa idea tonta de que ______ y yo estaremos juntos en algún momento.

Tratar de controlar los sentimientos es como tapar el sol con un dedo, inservible. Esos secretos salen a flote en algún momento y el mío... no tardará mucho en escaparse de mis manos"

Cierro mi diaro y vuelvo a prestar atención a la clase, los hojas de los arboles rozan con las ventanas del aula produciendo chirridos agudos. El señor Harper anota diferentes palabras en la pizarra con su tiza mientras que la clase charla entre susurros dispersos, mis ojos se centran en Jay, quien mira sin discresión a Erin, una de las chicas de intercambio.

—Idiota. —susurro para mis adentros.

—¿Disculpe, señor Kim?

—¿Eh?

—Repita lo que acaba de decir.

—No dije nada, señor Harper —respondí con nerviosismo.

—Claro que si, lo escuché.

La clase comenzó a soltar risitas, como si la situación fuera divertida.

—Fui yo —Jay, quien ahora sostenía una paleta entre sus labios, se levantó de su pupitre con una mirada arrogante hacia el profesor— Yo dije eso.

—¿Ah, si? Excelente, señor Park. Castigado.

Jay se sentó y me miró con una sonrisa, la clase continuó de forma normal a excepción de algunos comentarios incómodos del profesor hacia Jay, quien lo ignoraba por completo.

El timbre sonó, anunciando a todos que la hora de almuerzo había concluído, todos salimos llenos de emoción corriendo por los pasillos. Jay se quedó al lado de la puerta.

—¿Te dejará sin comer?

—Sip.

—Idiota.

—Lo se.

Seguí mi camino en busca de algo para Jay y para mi, intenté ser rápido pues, la cafetería siempre estaba llena y era muy probable que la mayor parte del descanso la desperdiciara en la enorme fila.

Pasaron los minutos y al fin logré llegar a la ventanilla, compré algunos snacks y corrí de vuelta al salón, al llegar, encontré a Jay mirando por la ventana.

—¿Y esa sonrisa, castigado? —pregunté mientras le entregaba una soda y una bolsita de papas fritas.

—Conocí a alguien.

—¿De nuevo?

—Ella es... diferente.

—¿Cómo Erin? —reí.

—No, ni siquiera puedo explicarlo. _____ va a ser mi novia.

Al escuchar aquel nombre, mi corazón dejó de latir y mi estómago se encogió. ¿Por qué ella? ¿Por qué... por qué? ¿Así se siente un corazón roto?