P R I D E

Capítulo IX

De una rosa nace una flor
de mi corazón nace amor ese amor
fraternal que envuelve mi corazón
ese amor que enloquece tu corazón.

– ¿ Todavía no llegamos ?

Decía Madison mientras Dylan la guiaba con los ojos vendados

Madison solo sentía como Dylan la agarraba fuertemente,y en su nariz se evidenciaba una  deliciosa aroma a primavera y rosas

– ¿ Dónde estamos ?

–Ya estamos al llegar ,falta poco

–Me acabas de decir eso hace unos instantes

–Solo fue para que no me preguntaras más, vale ( Sonríe )

– ¡ Es qué tengo ansias por saber dónde estamos !

–Yo tengo ansias de tí  y no digo nada

– ¿ Qué dijiste ?

–No,nada que eres muy curiosa,es otro de tus dones

–Sí,aparte de todos mi encantos,soy demasiado curiosa

– ¡ Detente !

Dijo Dylan mientras le quitaba la venda de los ojos a Madison. Al quitar la venda,Madison solo precensiaba la gran variedad de rosas rojas que había en ese lugar

– ¡ Dylan ... !

–Sí...

–Este lugar ,es hermoso

–Pensé que de seguro te encantaría

–Me encantan las rosas,y ahora estoy como si fuera una mariposa, no sé a cual ir –Ríe–

Madison ,se dirigió a las rosas y comenzó a olerlas una por una.Dylan solo la miraba como las rosas y Madison se volvían un solo ser

– ¡ Es arte !

Dijo Dylan mientras cruzaba sus brazos.
Madison se dió la vuelta y caminó hacia Dylan

– ¡ Es maravilloso,gracias !

–Pero esto no es todo , ¡ sígueme !

Dylan guió a Madison hasta el final del jardín donde había una mesa con un hermoso mantel blanco que se movía con el susurro del viento.Mientras se dirigían Madison recorría sus delicadas manos por las rosas

– ¡ Siéntate,por favor !

Dijo Dylan mientras movía la silla hacia atrás

–Gracias

Dijo Madison mientras miraba a Dylan

– ¿ Entonces,que te pareció el jardín ?

– ¡ Es perfecto !

Dylan sacó de una cesta unas copas y unas servilletas.Y comenzó a colocarlas en la mesa. Luego sacó una botella de Rosé y la colocó en el centro

– ¿ Sabes qué ?

Dijo Dylan mientras vertía en la copa de Madison el Rosé

–Sí

–Sí todos vieran tú sonrisa como yo,ningún astrónomo volvería a ver las estrellas

–Emmmm...

– ¿ Sonó patético ?

–Creo que un poco,sí –Ambos se ríen–

–Solo intentaba hacerte sonreír

–Y lo has logrado,no te preocupes

–Pero aveces la sonrisa más brillante lleva un par de ojos tristes