⚠️ Salvando sus sonrisas ⚠️ [Tokyo revengers x male reader]

🆘 Caution 🆘

Pov. Narrador

Su rutina era igual que todas las veces, toda aquella monotonía, sus ojos heterocromáticos luchaban por mantenerse despiertos, las grandes ojeras se marcaban mucho más en su rostro.

Con pasos bastantes lentos caminaba al baño para ser su rutina de limpieza, ser abusado constantemente por tus padres era horrible.

Su inteligencia lo había llevado a la ruina, su memoria era como aquellas computadoras por eso lo adelantaron muchos años, tener 15 años e ir a la universidad para cumplir los sueños frustrados de tus padres era una tortura.

El no quería ser doctor, al final se terminó volviendo uno, sus últimos meses y siempre tenía que ir a las prácticas sin paga en los hospitales.

Se visto como normalmente lo hacía mientras tomaba su cajetilla de cigarros y prendía uno.

El humo inhalado por su boca y exhalado por su nariz lo calmaba, era como su droga.

A pesar de que todos les decían "Te vas a morir si sigues fumando", el solamente respondía "solamente espero morirme más rápido".

Las minis fracciones de segundo término apagando el cigarro, para colocarse su uniforme de "trabajo".

Tomó su mochila, su celular e audífonos y colocándose la venda para poder bajar a la cocina, al final y a cabo iban a limpiar las sirvientas.

Su madre le pasó el almuerzo, volviendo a su calmado pasó salió de la casa tomando su transporte personal.

10...20...30 minutos habían llegado, suspiró por última vez y salió del auto.

—Debería ser capaz de no sentirme tan atado a un sueño que no es mío —Mencionó con pesadez—

Alguien lo golpeó, pero el es incapaz de sentir dolor, algo que todos sabían, algo que a nadie se le escapaba.

Sus manos sacaron la venda que tenía colocada en sus ojos.

Y con autoridad se aproximó hacía los pasantes que tenía a su cargo, comenzó a enseñarles el proceso, preguntando cada proceso quirúrgico.

Los pasantes no respondían rápido logrando que frunciera su ceño, sus dedos fueron a parar al puente de su nariz.

—Ustedes hoy no operan —Su voz sonó grave causando escalofríos en aquellos chicos de mayor edad sintiéndose tontos que alguien menor a ellos los regañara y volviera a enseñar los procedimientos— ultima vez mañana les volveré a preguntar

Con paso firme salió para correr hacía la sala en donde lo llamaron, dentro vió a un joven muchacho, de su edad o más grande que el.

Comenzó a operarlo, sus manos para todo aquel hospital eran un regalo que le otorgó dios.

Pudo parar la hemorragia interna, comenzando a coser la herida, dejando ahora a cargo a las enfermeras de limpiar y sellar los puntos.

El doctor salió hablar con la familia mientras él esperaba a que su paciente despertara para poder preguntarle los datos básicos que necesitaba para poder irse.

Salió para poder comer durante su colación nocturna, estaba cansado, había dormido 6 horas, pero siempre las operaciones lo dejaban cansado, sintió su cuerpo derrumbarse en medio pasillo.

Todos se alertaron causando un revuelo en los chicos que estaban aliviados de que su amigo estuviera vivo, pero al ver a todos los doctores y enfermeras corriendo hacía cierto lado los asustaron.