𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 +18 [Aidan Gallagher & Five]

"I wish you my angel"

One shot- Aidan gallagher

Me encontraba recostado en la copa de un árbol con la mirada perdida en las nubes, dando inaudibles suspiros. "La deseo tanto" pensó mientras recorría su larga cabellera y tomaba un mechón de su cabello. Cerro sus ojos e imagino a su ángel ____, tenía la cabellera larga color negro azabache, sus ojos eran la pura noche, y su cuerpo era esculpido por los dioses lastimosamente el era un demonio aprisonado por el Inframundo mientras que ella era un precioso Ángel.

Eso no detuvo a nuestro protagonista cada día la espiaba desde el árbol imaginando escenarios con ella, el deseaba acercarse a ella y besarla hasta el cansancio había aguantado mucho su deseo.

La única forma de salvar su alma era que ella se enamorara de el, que era totalmente imposible debido a sus posiciones.

-¡Hey!- golpeó la cabeza del peli-castaño.-Deja de holgazanear y ponte a preparar todo hoy nos visita la hija del Dios de la tierra.- grito desesperado mientras corria con algunas decoraciónes por todo el templo.-

- Enseguida.- pronunció fríamente mientras ideaba un plan para acercarse a su Diosa ___.-

(...)

Todos los demonios se asomaban a la puerta, hoy había mucho movimiento y más por la llegaba de ____.

El demonio zorro estaba más que inquieto justo hoy vera a su amor platónico. ¡Maldito día! O mejor dicho ¡Maldito celo!.

Sus mejillas estaban rojas y gotas de sudor caían por su frente, su cola estaba totalmente por los suelos.

Pronto las trompetas resonaron por todo el lugar anunciando que "la diosa ___ "había llegado.

T/n T/A

Pronto ya me encontraba en las puertas del infierno al parecer no era tan malo había muchas personas híbridas y olía a azufre, pero aún así me morirá por visitarlo ahora que tengo 118 años puedo tomar mis propias desiciones

- Saludos diosa ___, acompañarme al templo.- un espíritu con forma de rana hablo a mi espalda.-

- Solo T/n por favor.- sonrió de forma amable.-

El accedió gentilmente, al parecer el infierno no están malo, de tanto ojear el lugar ya me encontraba en el templo donde conoceria a los dioses de infra tierra, debo admitir que estaba ansiosa y algo preocupada ya que a lo que vine es ofrecer un trato.

- Puede bajar y entrar por su cuenta?.- pregunto.- No nos permiten entran a la gente común.

- Si no se preocupe.- agradecí y entre a las instalaciones de madera y piedra.-

Una vez adentro pude visualizar muchas bancas y columnas muy altas llenas de piedras preciosas, me aproxime más la verdad no sabría cómo volver pero todo se ve tan hermoso.

Unos sonidos hicieron retroceder mi paso al parecer eran gemidos ahogados dentro de una puerta negra, titubie mucho antes de abrirla pero mi curiosidad era más grande.

Al abrir la puerta pude divisar a una persona alta pero lo raro era que esta tenía una peculiar cola larga blanca, y de su cabello sobresalían unas orejas puntiagudas muy atractivas.

- Estás bien?.- pregunto tocando su espalda baja.-

Al precatarse de mi existencia volteo de inmediato y pude observarlo mejor, nuestras miradas se conectaron, sus ojos eran verdes y sus pupilas estaban dilatadas, su cabello caía por su frente y se veía muy inquieto.