Jodido seas.
Te odio.
Si tú no existieras no sentiría esta confusión en mi interior.
A pesar de que volvía a repetir esas palabras en mi cabeza, de nuevo estaba ahí. Entrando al salón luego de que todos se fueran, sabiendo que te quedarías revisando tus estúpidos cuadernos de nerd.
Ahí estabas. Con tu insignificante presencia que no es nada frente a mí. Con esa sonrisa que solo pones cuando estás metido en tus pensamientos sobre héroes y otras porquerías.
Entré pateando la puerta y te vi saltar del susto. Cerraste tu cuaderno y forzaste una sonrisa.
¿Por qué frente a esos tipos que no conocías sonreías sinceramente y frente a mí temblabas?
¡Deja de temblar maldita sea!
—Deku. —Me encantaba recalcar el apodo que yo te puse, porque representaba tu inutilidad y, a su vez, demostraba que me pertenecías.
Me acerqué sin ninguna delicadeza, si alguien se atrevía a interrumpirme, lo quemaría. Nadie tenía derecho a meterse entre tu camisa y yo, la cual abrí de sopetón.
La silla cayó de lado. No podía importarme menos.
—Kacchan, ¿Qué pasa...?
Deja de temblar. ¡No tiembles frente a mí!
Lo acerqué a mi cuerpo, lo apegué a mí, no soportaba más, esa ansiedad en mi interior me carcomía el alma. Necesitaba... Necesitaba tenerlo.
Ósculo insensato, ósculo maldito, ósculo prohibido.
Abajo, los estudiantes iban rumbo a sus casas, mientras dentro de ese salón yo tomaba tu cuerpo entre mis manos y besaba tus labios, los mordía, los hacía sangrar.
—Inútil.
Solo ese tipo de palabras podían salir de mí, ¿Qué es realmente lo que quiero decir?
Acaricié tu cuerpo por debajo de la ropa, toqué esa piel que me encendía. La besé, enterré mis uñas y mis dientes en ella, oí tus gemidos.
No preguntaste nada cuando arranqué el resto de tus prendas.
Deseaba que me preguntaras.
Te hice mío otra vez. Siempre que me sacabas de quicio, cada vez que te encontraba por ahí sonriendo a otros y no a mí, cada vez que me acercaba a ti, jalaba de tu camisa y te hacía mío.
No entiendo.
No entiendo porqué no te resistes, no entiendo porqué no me alejas. Dime, ¿Por qué a pesar del dolor que te ocasiono, tus brazos me rodean el cuello con la misma intensidad? ¿Por qué cuando mis labios se alejan de los tuyos haces lo que sea con tal de que los volvamos a juntar?
No entiendo nada, mucho menos que al terminar me sonrías y me digas:
—Nos vemos luego, Kacchan.
¿Cómo debo interpretar eso?
Tal vez un día me preguntes porqué te ataco de esta forma, tal vez un día me rechaces. Tal vez un día pueda conocer la respuesta a esta incertidumbre dentro de mí.
Neko-KitsuneXP
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Hace unos años participé en un concurso de un grupo de Facebook, obviamente perdí jahgahja. Sin embargo, la persona que ganó escribió una bella historia que merecía ganar, así que no pasa nada. Igual, he decidido compartir mi historia aquí en Wattpad, corregida y editada. Ojalá les guste.
Recuerden dejarme una estrellita si os gustó ⭐️🥰.
Palabras: 454.
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No entiendo
Short StoryBakugou Katsuki no entiende nada, ni porqué besa a su amigo de la infancia, ni porqué necesita tenerlo, mucho menos entiende lo que el otro piensa. «Drabble» participante en el grupo KatsuDeku de Facebook (2016).