• 𝑬𝒍 𝒋𝒖𝒆𝒗𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂

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JUEVES 11 DE MARZO

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JUEVES 11 DE MARZO

Querido Aidan Gallagher (el chico del metro):

Mi padre me sugirió irme a casa a descansar un rato.

Al principio me negué, pero luego acepté... sería bueno despejarme un rato.

Tomé el metro y me tomé la linda sorpresa de que estabas ahí.

Tu rostro lucía algo preocupado y esperanzado, pero al verme, eso se esfumó y hubo un suspiro de alivio.

Sonreí por ello.

Nos sentamos como usualmente lo hacemos, pero hoy sería diferente.

Recordé que una vez mi hermana me dijo que si quería hacer algo que lo hiciera antes de que me arrepintiera de no haberlo hecho...

Y bueno... hoy tomaré el riesgo de hablarte.

—Aidan— tartamudeé.

Me miraste y una sonrisa se escapó de tus labios.

Cerré los ojos y me di una bofetada mental. Seguro pensaste que soy una completa tonta.

Pero luego, sentí que alguien se había sentado a mi lado.

Abrí mis ojos y volteé hacia mi derecha y ahí estabas.

—Hola— saludaste —hace mucho que no nos veíamos. Ni siquiera sé tu nombre y ya te echaba de menos.

Abrí mis ojos sorprendida. ¿Acababa de escuchar bien?

—S-sí— tartamudeé —yo también ya te echaba de menos.

Reíste por ello.

—¿Sabes? Todas las mañanas tengo la oportunidad de ahorrarme 10 minutos si tomo otro tren... pero... siempre escojo este.

—¿Por qué?— fruncí el ceño.

—Pues... digamos que hay una chica que llama mi atención.

—¿Y quién es?— pregunté incrédulamente.

Al ver que no respondía, sentí mis mejillas arder.

Tapé mi rostro con mis manos por la vergüenza.

—Dijiste que no sabes mi nombre... — quité mis manos de mi rostro -soy _______.

—Lindo nombre para una linda chica.

—¡Basta!— reí mientras golpeaba tu brazo con mi codo con suavidad.

—¡Es la verdad!— exclamaste mientras reías.

Después, entramos a un túnel en donde la luz se había apagado.

Encontré tu rostro gracias a mis manos y puse mis manos sobre tus mejillas.

No sabía si era buena idea lo que iba a hacer a continuación, pero decidí hacerlo.

Acerqué mi rostro al tuyo y besé tus labios, y al ver que lo habías seguido me sentí correspondida.

—Te quiero—susurraste.

—Yo también— susurré.

Pero luego, escuchamos una fuerte explosión y todo se había vuelto negro.

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𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫 <3
¡¡𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧 𝐯𝐨𝐭𝐚𝐫!!

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𝐄𝐋 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐌𝐄𝐓𝐑𝐎||𝐀.𝐆.[✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora