[UtaPri] You're my home

(3/4) Quizás en algún lugar...

Una vez que la persona más importante a la que darle la noticia se enteró, esta corrió y se esparció con gran velocidad entre el resto de la gente, incluyendo también a los fans tanto de HE★VENS como de ST★RISH y, claro, los demás integrantes tanto de dichos grupos como de Quartet Night, quienes no tardaron nada en alegrarse y felicitar a la pareja por la nueva adición a su familia. En general todo fue una gran sorpresa y shock, pero sin duda también tuvo un gran recibimiento lleno de buenos deseos.

—¡Felicidades a los casados!

Un pequeño cañón de confeti fue disparado tan pronto Otoya abrió la puerta después de que esta fuese tocada un par de veces, sacándole un pequeño susto por lo repentino del asunto.

—¡Waa!

—¡Van, no deberías hacer eso! —El otro recién llegado se mostró afligido— Lo mejor para Otoya y mi sobrino es que esté calmado y feliz, además, no se están casando, están teniendo un bebé.

—Ja, ja, ja, estoy bien, Eiji —Afirmó el omega pelirrojo, riendo un poco—. Solo me sorprendí, je, je, ¡Tampoco esperaba verlos a ustedes! No sabía que vendrían.

—¡Nosotros tampoco! —Gritó Van, en parte en broma, en parte en serio— Pero queríamos venir a darles nuestra felicitación por su bebé en persona.

—Perdón por venir sin avisar —Ootori Eiji juntó las manos—. Pero estábamos pasando cerca y pensé que sería buena idea hacer una visita rápida.

—Está bien, está bien —Otoya asintió con vigor—. ¡Me alegra que vinieran! Pasen.

El Ittoki no tardó ni un segundo en hacerse a un lado para dejar que los otros dos pasasen. Van y Eiji entraron y, tras quitarse los zapatos, caminaron hasta la sala, donde el omega castaño empezó a ver a su alrededor.

—¿Y mi hermano? —Preguntó viendo a su cuñado.

—En la cocina, le avisaré que vinieron —Respondió el pelirrojo.

—Ah, espera, espera, Oto-Chan —Van sujetó uno de los brazos ajenos y abrazó por el hombro a su amigo—. No tienes que esforzarte de más, querido

Otoya lo miró con una ceja alzada, antes de empezar a reír divertido.

—Van, solo voy a la cocina. Estoy embrazado, no moribundo.

—Oh, vamos, solo tengo interés en cuidar a mi bonito amigo y a su bonito bebé —Afirmó el castaño, picando una de las mejillas ajenas.

El pelirrojo seguía riendo por las tonterías del alfa castaño, mientras que su cuñado los veía levemente nervioso. Eiji estaba a punto de acercarse para separarlos y que así su novio dejase de causar alguna posible incomodidad en Otoya, sin embargo, alguien intervino incluso antes que él:

—Vaya, agradezco el gesto, pero eso no te corresponde a ti en realidad.

Los otros giraron la vista hacia el lugar de donde provino aquella voz, encontrándose así con Ootori Eiichi, quien sostenía un frasco de pepinillos rebanados en la mano derecha y una cuchara en la izquierda.

—¡Líder, hola! —Van saludó con gran vigor a su amigo— ¡Venimos a celebrar un poco!

—Eso puedo ver —Eiichi se acercó un poco—. Hola a los dos, no esperaba verlos, no hoy, cuando menos, todavía estoy arreglando cosas del proyecto que les comenté.

—Lo sabemos, pero está es más una visita recreativa —Comentó el hermano menor, antes de fijar su atención en el frasco—. ¿Estás cocinando, Nii-San?

—Ah, no, no es eso —Negó con la cabeza—. Lo que pasa es que...

En medio de su explicación, Eiichi le extendió el frasco y la cuchara a Otoya, cuyos ojos, inexplicablemente, se llenaron de brillo al momento de sostener los objetos entre sus manos.