Extra: 520

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La brisa de la playa sopló las cortinas de raso blanco de la carpa comedor, la llama de la vela se balanceó con cada brisa hasta que se apagó. Gong Jun abrazó a Zhehan mientras estaban sentados en la arena, escuchando el sonido de las olas de la playa y mirando la luna derramando destellos plateados sobre el agua del mar.

—¿Tienes frío? —le preguntó Zhehan a Gong Jun.

—No, ¿tú? —Lo abrazó con más fuerza, protegiéndolo del viento.

—Junjun... —Zhehan se echó hacia atrás, acariciando el cuerpo de Gong Jun—. Esto es agradable...

—Lo es —Gong Jun le olió el cabello y besó su coronilla—. Nunca tuve una cita como esta antes...

—Las únicas citas que tuve fueron en dramas —admitió Zhehan—. Tú eres mi realidad.

—¿Sabes por qué te traje aquí? —preguntó Gong Jun.

—¿Por qué?

—¿No sabes qué día es...?

—¿Hoy? ¿20 de mayo? —preguntó Zhehan, genuinamente ajeno a su importancia.

—Es 520 —le recordó Gong Jun.

—¡Oh! —Zhehan lo miró con aire de culpabilidad—. Sabes que he desactivado todas mis redes sociales y apenas reviso mi teléfono... —explicó desesperadamente—. Lo siento Junjun... yo-

—Está bien —Gong Jun no estaba enojado, era comprensivo—, nos amamos todos los días, realmente no necesitamos un día especial para celebrarlo... Solo quería traerte aquí para que pudiéramos pasar un buen rato, el día realmente no importa —le acarició la cara y se inclinó, besándolo suavemente en los labios; un beso, dos besos, tres—. Te traje algo —Habló contra sus labios y llevó su mano a la silla detrás de ellos.

—¿Incluso me compraste un regalo? —Zhehan se sonrojó y miró hacia abajo—. ¿Por qué siempre me sorprendes así...?

—Porque me encanta ver tu cara de sorpresa —Gong Jun le dio a Zhehan una caja envuelta en un envoltorio azul brillante—. Vamos, ábrela.

—Junjun... —Zhehan le sonrió—, siempre me das un montón de lindos regalos... —dudó antes de abrirlo—, pero siento que nunca te consigo nada...

Gong Jun pasó los dedos por el cabello de Zhehan, alejándolo de su rostro.

—Te tengo a ti, eso es suficiente.

—Siempre dices eso.

—Lo digo en serio —apoyó su frente en la suya—, eres todo lo que quiero, me amas, te quedas conmigo, ese es el mejor regalo que me puedes dar.

—Me cambiaste, Junjun —le dijo Zhehan—. Me haces querer ser gentil, suave y tierno... Nunca me preocupé por nadie hasta que apareciste en mi vida —lo abrazó—, me haces una mejor versión de mí mismo, no puedo imaginar mi vida sin ti.

—Eres todo lo que necesito, la razón de mi fuerza —dijo Gong Jun—. Siempre me siento seguro y fuerte cuando estás conmigo... No quiero una vida si no estás en ella —susurró—. Estoy agradecido de que tú también me ames, no puedo vivir sin que me ames.

—Desde que puse mis ojos en ti... te he amado.

Gong Jun se echó hacia atrás y se puso de pie, señaló la caja:

—Ábrela.

Zhehan lo miró y finalmente cedió, desenvolviendo la caja para revelar una taza, como la que había roto antes. Este también tenía una ilustración de Wen Kexing al costado.

—Junjun... me compraste una nueva...

—La mía necesita a su alma gemela —Gong Jun avanzó unos pasos y Zhehan volvió a poner la taza en la caja, siguiéndolo hasta donde estaba.

—¿Adónde vas? —preguntó Zhehan, un poco confundido.

—Hanhan... —Gong Jun estaba de espaldas a Zhehan; metió la mano en el bolsillo y sacó algo, asegurándose de que Zhehan no pudiera verlo—. Si te pido ahora que te cases conmigo, ¿qué dirás?

—¿Qué? —soltó Zhehan—. ¿Por qué me preguntas eso? ¿Estás bromeando? —Diría que sí y un millón de veces que sí—. No bromees así.

El corazón de Gong Jun latió con fuerza ante la vacilación de Zhehan.

—¿Qué dirías?

—N-no sé... —vaciló Zhehan, estaba sonrojado y sudando nerviosamente.

Gong Jun decidió seguir su plan, sin importar cuál sería la reacción de Zhehan. En una fracción de segundo, se dio la vuelta y se arrodilló, sosteniendo un anillo:

—Zhang Zhehan —lo llamó y los ojos de Zhehan se abrieron con incredulidad—, debes casarte conmigo o me enfadaré —Y así lo propuso.

Zhehan retrocedió y luego avanzó, con las manos en la boca, perdiendo las palabras cuanto más miraba la posición actual de Gong Jun:

—Yo-... —tragó saliva y parpadeó—. Yo-... —se sonrojó nerviosamente, con el corazón acelerado.

—¿Qué? Hanhan~~~ —Gong Jun hizo un puchero, todavía sobre una rodilla con las manos en alto.

—¡Sí! —Zhehan finalmente se arrojó a los brazos de Gong Jun—. ¡Sí! ¡No te enfades, si te enfadas me casaré contigo dos veces! —se rió alegremente.

Gong Jun se rió y deslizó el anillo en su dedo, mostrándole su propia mano:

—Ya usé la mía —agarró su barbilla y lo besó—. Ahora eres mío. No puedes escapar.

—¿Oh, sí? —Zhehan se burló—. ¡Mírame! —De repente se liberó y corrió hacia el agua—. ¡Atrápame y me casaré contigo mañana!

—¡No me desafíes, laopo!

—¿Quién es tu laopo? —Zhehan lo salpicó con agua.

Se salpicaron el uno al otro con agua, saboreando el sabor salado y soportando su frialdad, pero no parecía importarles. Se abrazaron y besaron y rieron y se besaron de nuevo; se perseguían como adolescentes, alegres, libres, como si no les importara nada excepto enamorarse, como si no les importara nadie excepto el uno al otro.

Estaban junto al mar, flotando en la dicha y hundiéndose profundamente, profundamente, profundamente en el amor.



Nota de la traductora:

Su traductora ha terminado así:

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Six Degrees Of SeparationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora