𝗙𝗜𝗡𝗜𝗦𝗛𝗘𝗗 ¦ Llega un nuevo estudiante de mirada intimidante que llama la atención de unos tres pequeños demonios, siendo uno de ellos considerado "adicto al sexo".
Ese mismo que hará hasta lo imposible por hacer que dicho pelimorado se fije e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Deja de gruñir como perro. —dijo viendo como su pelimorado amigo llevaba refunfuñando como si en cualquier momento fuera a atacar
—No estoy gruñendo.
—Ajá. —dijo con sarcasmo mientras asentía—Quién te entiende. Ayer decías que querías alejarlo de ti y hoy le gruñes al chico nuevo porque TaeHyung lo anda persiguiendo como garrapata.
—No lo hago por eso, sé a qué va TaeHyung con él.
—Ya, ¿y eso tiene algo de malo?
JungKook se cruzó de brazos desviando su mirada antes de bufar.
—No.
—¿Entonces? Pareciera que ahora si te interesara TaeHyung cuando tú mismo le dijiste que no iba a pasar nada entre ustedes.
—¡Y no pasará! Es solo que…
—¿Qué…?
—Agh… TaeHyung ayer me hizo tocarlo. Y maldita sea sus muslos son como almohaditas y por más que me niegue, me gustó. —YoonGi lo miró antes de empezar a reírse a carcajadas por los problemas que tenía su amigo
—No puedo creer que al final terminaras cayendo por él.
JungKook rodó los ojos frunciendo ligeramente su ceño.
—Yo te lo dije, ten sexo con él. Pero tú te negaste y ahora ya ves cómo anda detrás de otro. —señaló viendo como TaeHyung ingresaba a la cafetería al lado de un alto chico rubio que lo miraba con deseo tanto como el castaño había querido
Pero para un pelimorado furioso esa imagen lo estaba haciendo explotar.
—Enserio que en cualquier momento voy a romperle la cara hasta dejarlo ciego. —comentó lleno de ira, cosa que sorprendió a YoonGi porque había conocido esa faceta de JungKook ya hace mucho
—Mejor ve y remójate la cara, hasta aquí puedo oler el humo. —dijo tratando de espantar el supuesto humo lejos de su espacio
Y JungKook cansado de eso decidió hacerle caso saliendo de la cafetería rumbo al baño.
—Oh TaeHyung, enserio que estás jugando sucio. —rió el pelinegro observando como TaeHyung coqueteaba con el chico nuevo
Al parecer la escuela tenía tal fama que llegaban chicos y chicas tan rápido como el viento. Bueno, más chicos en realidad, razón por la que TaeHyung no perdía el tiempo de darle la orientación necesaria y buscar que se fijará en él, aunque esta vez lo que había buscado era jugar un poco.
Bien sabía que JungKook había sido un posesivo intenso en su pasado, y tras jugar un poco con su mente en clase consiguió lo que quería. Que JungKook sintiera cierto apego a él a tal punto que verlo con otro sea difícil de soportar.
TaeHyung era consciente de lo irresistibles que eran sus muslitos, y parecía que la principal debilidad de JungKook era eso y que le susurraran al oído.
