El Comienzo

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Es el año 20XX, de noche, y mientras los rayos de luna caen sobre la calle alumbrando la oscura ciudad durante un apagón, podemos ver dentro de una lechera a un joven mexicano de pelo negro, el cual de alguna manera ahora mismo se acaba de quedar en medio de la oscuridad en el espacio de trabajo de su padre dentro de la misma lechera.

Él se encontraba viendo un anime de una de las series que marcó su infancia en su celular al momento de que el apagón ocurriera. Lo del apagón es normal, dado que era un chico de LATAM, pero lo raro era que no se prendian aún las luces de emergencia y en el pasillo se empezaban a escuchar pasos como de alguien que anda perdido, cosa que preocupó al chico porque en ese lugar, a esas horas y sin luz, algo grave podría suceder.

Tomó su teléfono y encendió su linterna para buscar a la persona con la mirada, pues se escuchaba demasiado cerca esas pisadas:

—¿Hola? ¿Hay alguién aquí?—

Entonces cuando voltea a mirar, ve unas cosas del pasillo empezar a flotar para posteriormente ser lanzadas con fuerza contra él, aunque por reflejos alcanzó a meterse nuevamente a la habitación y cerrar con llaves.

—No mames!! Que carajos esta pasando?!— exclamó

En ése mismo momentos, las maderas de la habitación empezaron a moverse como si hubiera un sismo y a crujir. En medio de la oscuridad la linterna se apaga sola y aparece frente a éste una figura femenina que le ve con una mirada maliciosa. Lo único que logra ver es a aquella chica de cabellos blancos, orejas de loba, ojos verde agua y piel pálida, sin duda podría decirse que es la Encarnación o el Fantasma de la Leche por su apariencia.

El cuerpo del joven empieza a flotar junto a su teléfono y la muchacha se va acercando. Lo abre de piernas y empieza a meterse por su culo como si fuera un líquido espeso y viscoso de color blanco, además de estar tibio, siente como va avanzando por su recto y como su cuerpo empieza a cambiar.

Su antes corto pelo negro y duro se hizo una blanca y larga cabellera de pelos sedosos, piel morena de obrero mexicano paso a ser una pálida piel como la de las gueritas gringas, sus ojos color café pasaron a ser esos grandes ojos verde agua. El chico podía sentir como su hombría desaparecía, siendo que su pene fue reemplazado por una vagina, su ancha espalda paso a ser una muy delicada, sus manos duras de trabajador se hicieron suaves y finas, su cuerpo tonificado se hizo más blandito. Sus caderas y muslos se agrandaron al igual que su trasero, mientras que sus hombros y cintura se haciendo más estrechos. Por último le salieron das grandes chichotas con pezones rosados.

—¿Q-qué verga?!— exclamó en medio de un tartamudeo y con una voz como la de una ángel.

En eso cae su teléfono sobre su garganta, y su voz vuelve a ser la de un macho alfa con huevos de avestruz.

—Puta madre, y ahora que verga!— su voz es como antes.

La luz vuelve y puede ver mejor su apariencia, a lo que se le ocurre una genial idea:

Prende la Cámara en su primer stream:

—Como están, banda? :D—

Cafecito 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora