•Capítulo 24•

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Los tres alumnos y los dos chamanes superiores habían escuchado con completa atención la historia completa, todo parecía ser realmente romántico y cruel, pero la vida lo era y la muerte también y todos lo sabían exactamente.

—Y eso es todo lo que puedo decirles.

—¿Y usted cómo sabe todo eso?— La voz de Kugisaki resonó en la habitación llamando la atención del viejo, quien le dirigió la mirada inmediata con una sonrisa en su rostro.

—Porque mi tratará abuelo fue Kenji Zenin— la sorpresa fue total para todos, el silencio inundó la casa, un silencio completamente interrumpido por la voz de Kugisaki.

—Eso es imposible, Kenji no pudo haber vivido tantos años— grito con fuerzas cruzando sus brazos, en ese mismo instante no creyendo para nada la historia contada anteriormente.

—La verdad no es completamente imposible. Kenji pudo utilizar técnicas de sanaciones constantes, rejuveneciendo tanto su aspecto como sus órganos. Eso le pudo permitir vivir muchos años más y quizás, también, pudo consumir la energía de sus espadas cuando su energía maldita se vio reducida o consumida en su total para mantenerse aún más tiempo. Un truco algo arriesgado por qué pierdes el poder, la fuerza, las habilidades, pero lo cambias por aplazar tu vida— Explico está vez Megami intentando comprender la situación y dando a entender algo a los demás.

—La verdad es que eso fue exactamente lo que hizo— contesto el viejo levantándose de la mesa en busca de más té.

—¿Y como es que tú no tienes el apellido Zenin?— está vez pregunto el Pelinegro serio.

—Adopte el apellido de mi segundo padre cuando mi padre biológico nos abandonó, por qué yo no deseaba utilizar mi energía maldita en ninguna circunstancia y también por qué me quería volver escritor, prácticamente soy un desastre para esa familia.

—Si tu abuelo fue Kenji Zenin, tú debes saber algunas ubicaciones de los dedos de Sukuna— está vez hablo el albino quien se levantó de su asiento.

—La verdad no, esa información era aún más confidencial de lo que creen, esta historia contada fue todo gracias a qué era un niño curioso y me adentraba a escondidas en la habilitación de mí tratara abuelo. Todo lo contado lo saqué de un viejo diario de mi abuelo, pero ahí no cuenta nada más que eso. Lamento no poder ayudarlos mucho más— dicho eso el viejo volvió a sentarse y sirvió su té.

—Muchas gracias, todo esto fue de mucha ayuda— el albino se despidió y salió de la casona, detrás de él sus alumnos y luego la castaña que fue detenida por el anciano y le susurro al oído.

—Las coincidencias existen, pero no pienso que a tal nivel, Diosa— el abuelo soltó su brazo y le dirigió un último mirada.

—Ten cuidado con lo que hablas, no tengo tanta piedad como aparento.

—Créeme... Lo sé— la castaña continua con su camino juntándose rápidamente con el Pelirosa que caminaba detrás de sus compañeros lentamente para esperarla.

—¿Sucede algo?— los ojos color sol del Pelirosa la atraparon en un mundo completamente distinto y sus suaves palabras la devolvieron a la realidad.

—No es nada— desvío la vista y busco al resto del grupo para unirse a ellos.

—Eso no fue de mucha ayuda— soltó Kugisaki mientras apoyaba su cara en el hombro de Megami y está la consolaba con su mano dándole pequeñas palmadas en la cabeza.

—Fue de ayuda hasta cierto punto, no podemos decir mucho más que eso— el albino continuo caminando mientras los alumnos le seguían el paso.

—Bien, yo debo retirarme. Tienen una misión el día de mañana, así que vayan a descansar— dirigió una mirada a Megami a quien le hizo una señal para que fuera con él.

La mujer que Sukuna Amo •Ryōmen Sukuna/Yuji Itadori• ✅Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora