Seis años atrás, 23 de Noviembre.
Era temprano por la mañana; como era de costumbre, Jun Wu se encontraba en el patio delantero de su residencia regando las plantas de su jardín como también recogiendo las hojas secas que habían caído de sus dos árboles los cuales adornaban la entrada.
El armonioso canto venidero de los pájaros inundó el lugar y, el gentil viento nostálgico acarició su bello, pero cansado rostro.
Nada especial, nada interesante. Nada fuera de lo común, sólo era un hombre de no más de 38 años que vivía en una distante, pero acogedora soledad. Un hombre muy ocupado, pero que, en los fines de semana, se mantenía descansado plácidamente en su residencia, mientras le daba la merecida atención que requería su jardín, así como a sus diversos ocios personales.
Leer, tocar diversos instrumentos musicales y meditar eran una de las cosas que solía hacer. Vivir solo y apartado de todos los que le conocían le daba ese privilegio de dedicarse tiempo para sí mismo.
Jun Wu vivía en una zona apartada de la ciudad, prácticamente cerca de los bosques que le daban una vista hacia un paisaje puro y libre. Pero no por eso estaba del todo solo puesto que, en su radio había algunas 15 residencias aproximadamente, sumando también al pequeño pueblo que se encontraba a unos 750 metros de distancia. Aún así seguía siendo un espacio grande y ameno.
Allí no existía el ruido ensordecedor como el de los típicos que podías presenciar en la ciudad. En cambio, el aire era limpio y puro y no como los desagradables que solía haber por la masa de gente que llegaban a transitar en la ciudad. Así que por todo esto es que estaba más que a gusto en su casa. Lejos de los problemas y bullicios de la gente común y desagradable.
Al final de todo, su paz interior era lo que más le importaba después de tantas cosas desgastantes que giraron alrededor de su vida cuando vivió en la ciudad. Tan sofocantes a morir que eran mejor dejarlos aun lado, en el callejón del silencioso olvido.
El día transcurrió como los días anteriores. Como siempre en ese fresco y nostálgico otoño. En ese ordinario, pero apacible día.
Terminando sus quehaceres cotidianos, se dirigió al corredor para tomar el té y poder seguir con su lectura sobre las Ensoñaciones del Paseante Solitario de Jean-Jacques Rousseau.
Cuanta paz...
Que gloriosa y dichosa era la paz que ahora podía disfrutar...
Hasta que de repente, apartó la mirada del libro cuando vio una camioneta pasar. Dicha camioneta de color negro se estacionó en la siguiente vivienda que actualmente se encontraba deshabilitada. Entonces la puerta de ese auto se abrió, bajando de su interior un joven.
Abrió más sus ojos con tenue asombro. Era un joven sumamente apuesto, esbelto y de facciones finas, pero sin rayar en lo absurdo; puesto que aún podía saber que era un chico después de todo. Pero para ser un chico, era devastadoramente bello.
El joven llevaba puesto una playera blanca holgada y unos pantalones de color beige. Sus ojos, como si dos monedas de oro se tratasen, brillaban como un tímido amanecer. Su cabello corto era castaño y llevaba un vendaje en su cuello, lo que pareció un poco extraño, pero aún así, no era relevante ese detalle ya que eso no le quitaba la belleza de la cual era portador.
El joven fue sacando sus cosas del la parte trasera de la camioneta siendo ayudado por otro joven. El otro era ruidoso y energético además de que se veía totalmente afeminado. De no ser por su voz, habría jurado firmemente de que se trataba de una mujer. En cambio, el conductor, quien vestía totalmente de negro, como si estuviese listo para ir a un funeral, aunque impasible, pudo sentir su irritación. Juraría que aquel conductor fue obligado a llevarlos en vez de ofrecerse por voluntad propia.
ESTÁS LEYENDO
Un colibrí ronda sobre tu jardín: tienes un mensaje (Fanfic JunLian)
Fanfiction⚠️ ATENCIÓN ⚠️ Sinopsis: El desdichado prestigioso arquitecto, Jun Wu, vive en monotonía, aislado de la gente común ya que el dolor que alberga en su corazón ha nublado toda esperanza de confiar y creer en alguien después de caer en desgracia. Un dí...