lovely boy ♡ˇ· km au; omegaverse.

♡49.

Los besos entre Jimin y Jungkook no han faltado en los dos días que han estado juntos, besos en la cocina, en la sala, en la habitación, en el baño, en la ducha, en el balcón... la lista sigue infinitamente en diferentes lugares del lugar que han llamado su hogar.

Hogar en el que habían creado el más bonito ambiente.

Beck se llevaba mejor con Jungkook, se dejaba acariciar y besar por el pelinegro, no sé abalanza contra el alfa besa los labios de su pareja, había aceptado que su humano tenía a otro humano.

- ¡Mhm! ¡Olvidé contarte que Beck salió sola ayer al jardín!

- ¿De verdad? Eso es genial, no hay que dejar que salga mucho tiempo, puede comer algo que le puede hacer daño.

- Sí, también pensé igual. No quiero dejar que vaya mucho tiempo porque luego hará su popo en las flores y el conserje se esfuerza en cuidarlas.

- También eso. Hay que sacarla a algún parque de vez en cuando.

Jimin se acerca a Jungkook para abrazarlo por la espalda, el pelinegro terminó de secar el último plato y se giró.

Agarra la cintura de Jimin y lo abraza. El omega también sostiene la cintura de su pareja mientras da pasitos hacia atrás con una linda sonrisa, el golpe en su espalda cuando chocó contra el mesón de la cocina, pasó a segundo plano cuando Jungkook lo besó.

Sus ojos se cerraron lentamente y sus piernas se sintieron débiles ante la forma lenta y dulce en que su alfa lo besaba. Siempre era tan débil ante los besos de Jungkook.

Empuja su cabeza hacía atrás para culminar el beso, pero esto no impidió que el pelienegro siga dando pequeños picos en sus labios rosados.

Cuando el tercer beso empezó, fue más rudo, con la pasión apoderándose de sus cuerpos. Sus cuerpos ardían en amor apasionado, sus manos picaban por tocar la piel contraria.

Jimin se sentía en el cielo, y aunque era tímido al momento de intimar, aquello no le impedía disfrutar al cien por ciento del acto con Jungkook. El alfa siempre era romántico y dulce.

- Jungkookie..

Su pareja termina el beso para mirarlo a los ojos, el rubio gira su rostro hacia el pasillo y vuelve a mirar a Jungkook.

Jungkook entendió la referencia por lo que, volvió a besarlo mientras alzaba su cuerpo para que las piernas de Jimin se enredaran en su cintura, sin dejar de besarse.

El pelinegro agradeció que la puerta esté abierta porque los besos de Jimin lo tenían tan hechizado que sus ojos no podían ni abrirse.

Con una suave patada trasera cerró la puerta, se acerca a la cama y ambos cuerpos caen en ella, uno encima del otro.

Sus manos no se quedaron quietas en ningún momento, estaban ocupadas ya sea quitando las prendas ajenas o tocando el cuerpo del otro.

Sus bocas se encontraban cada que querían, siempre.

Jimin soltó un jadeo cuando Jungkook besó su pecho y bajó hasta su vientre contraído, besó cada parte de su cuerpo y volvió a sus labios mientras quedaba entre las piernas de Jimin.

El rubio movió su cuerpo hacia abajo, un gemido abandonó su garganta ante la placentera fricción.

Jungkook lo preparó mientras besaba sus clavículas, susurraba cuánto lo amaba en su oído y palabras bonitas.

Pronto, Jimin enredó sus piernas en el cuerpo del alfa, quedando sus pies en la ancha espalda.

Los gemidos de ambos era como una sinfonía casi perfecta encerrada en las cuatro paredes. Sus cuerpos no dejaban de unirse en uno solo y eso los hacía amarse aún más.