La vista 2

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Capitulo 4.

-Leonardo ¿Que haces aquí?. -Pregunto sorprendida.

Leonardo es mi mejor amigo desde que tengo memoria, solíamos hacer todo juntos.
Pero el año pasado sus padres se mudaron a otra cuidad sin ninguna razón, eso hizo que perdiera el contacto con el, y solo solíamos hablar algunas veces por e-mail.

-Antes que todo, hola April. Que mala educación la tuya eh. -Y sin decir más me atrapa en sus brazos para darme un fuerte abrazo.

Cuando por fin me suelta me da un beso en la mejilla en forma de saludo.

-Oye, me dejaras pasar o nos quedaremos aquí parados. -Me pregunta y sin esperar una respuesta entra.

-Claro puedes pasar. -Giro los ojos de manera divertida y ambos comenzamos a reír.

Extrañaba mucho a Leo, es un chico muy divertido e interesante. Y cuando éramos más pequeños solíamos hacer todo juntos,

Darla, Leo y yo siempre pasábamos todo el tiempo juntos, solo con ellos me sentía a gusto por qué sabía que no me criticarían por mi cuerpo ni por mi personalidad, además eran mis únicos amigos, pero cuando Darla enfermo todo empezo a cambiar, poco después Leo se mudo con sus padres y yo me quedé sola en la preparatoria, claro hasta ahora que Davies se acercó a mi.

-¿Que estabas haciendo April? Encontré palomitas aquí. -Me dice mientras mastica algunas.

-Hey, deja mis palomitas. -Y así comenzamos una breve batalla por las palomitas.

-Muy bien, me rindo, son tuyas pero quiero que sepas que eres una envidiosa. -Dice muy enojado Leo actuando como niño en pleno berrinche.

-Aunque actúes como un niño en pleno berrinche no te compartiré de mis palomitas. -Y abrazo el recipiente de las palomitas como si de ello dependiera mi vida.

-Eres una envidiosa. -Y saca la lengua en un acto totalmente infantil.

-Te extrañe tonto. -Realmente lo extrañe, extrañé las pelas por las palomitas, las noches de películas, las pláticas, extraño tanto como era todo antes.

-Te quiero tonta.

-Te quiero tonto.

Y después de abrazarlo por un largo rato decidimos que veremos una película de princesas, y sin poner pretextos Leo acepta.

-¿Compartirás tus palomitas conmigo? No seas envidiosa.

-Esta bien, puedes tomar algunas. Pero pocas.

-Sigues siendo una envidiosa. -Dice y vuelve con su actitud infantil que es tan normal en el.

Mientras vemos la televisión ambos estamos recostados en el sofá y cubiertos con mi cobija. De repente escuchamos que se habré la puerta y cuando ambos nos giramos a ver notamos a mi madre entrar como normalmente lo hace, con algunos tragos de más.

-Hija subiré a mí habitación, por favor no me molestes. -Dice y sube rápidamente. No se preocupa por ver si estoy acompañada o notar la presencia de Leo.

-Lo siento Leo, ya sabes que ella no suele ser así.

-No te preocupes April, tu madre también es como mi madre. -Y es cierto, hemos sido amigos desde niños, por lo tanto mis padres lo ven como un hijo más, al igual que a Darla, igual que sus padres me ven de esa forma a mi.

Al terminar la película ya estoy casi dormida así que Leo me da suaves golpecitos en el hombro para despertarme.

-Nena, ya ha terminado la película. -Me dice con voz suave.

Hasta que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora